Gallo viejo no teme al pollito

Pelea de gallos

La sala estaba reluciente. El eco de los primeros pasos retumbaba en el vacío y, con un encender de luces, el reportero más intrépido de la radio nacional comenzaba su emisión:

—Bienvenidos, señores, a esta edición de la habitual pelea de gallos para octogenarios que, como todos los años, se celebra en la sala El Corralón. Ya saben que esta edición ha sido retrasada dos años. El motivo está claro: la pandemia mundial del “colon-a-virus”, ese virus que se agarraba del colon y que nos ha costado tantas bajas… pero al que, por fin, hemos puesto remedio con una vacuna que ha producido más muertes que la propia pandemia.

—Por ahí asoma el primer participante: MC Mula, que viene a trote ligero con su bastón chapado en oro. ¡Vamos, MC Mula, que es para hoy! ¿Qué? ¿Me dicen desde la organización que nos da tiempo a entrevistarlo? ¡Claro! Esperando que llegue antes del comienzo… porque ni con tres patas la mula llega al río.

—¡Atjo, atjo, atjo!

—Uy, esa tos tan fea… Venga acá, abuelo… esto… MC Mula. ¿Qué le parece que por fin hayamos podido tener una pelea de gallos?

—Pues… atjo, atjo, estoy muy animado… atjo, atjo, me hace mucha ilusión… atjo, atjo.

—Ya le vemos, MC Mula. Si es que está hecho un chaval.

Atjo.

—Pero… ¿qué vemos? Empieza a entrar el público, ¡qué emocionante! Vienen arrastrados por sus taca-tacas. ¿No le parece fantástico, MC Mula?

Atjo.

—Me imaginaba que diría eso. Fíjese: por ahí bajan por los pasillos. ¿No le recuerda a algo esta escena?

—Sí… atjo. Recuerdo una escena de The Walking Dead que… atjo, atjo.

—Acojonante, sí señor. Por aquí me dicen que ya está en la puerta otro de los participantes… ¿Qué? ¿Que no hay más? ¿Que los que no han muerto en la pandemia lo han hecho de viejos? En fin… Ya está aquí. Lo vemos cruzar por la puerta: MC Trueno Sordo. ¡Trueno Sordo corre al escenario! Increíble para sus 89 años… Oiga, pero… este no es Trueno. ¿Quién eres, niño?

—Soy el nieto. Truenito Bífido.

—Pero… esto es una pelea de gallos para octogenarios, y tú no tienes ni diez años.

—Nueve y medio.

—No es posible… ¿Qué le ha pasado a tu abuelo?

—Está malo, en casa, viéndonos por la red. Vengo en representación de él.

—Pero niño…

—Truenito, por favor. Mi yayo me llama así.

—Eso, Truenito, pero eso no está permitido.

—En las condiciones del concurso dicen que, en caso de indisposición, el participante tiene derecho a designar un sustituto.

—Sí, pero del mismo rango de edad.

—Eso no lo pone en ningún sitio. Y si no consta, es legal.

—Resabido el niño… Bien. Me dicen que vamos a comenzar ya. ¡Todos al escenario! Cuidado, abuelete… esto… MC Mula, no tropiece con el escalón.

Atjo.

El público ruge —o eso parece, porque algunos solo roncan—. Las luces parpadean, no por efecto dramático, sino porque el técnico tiene Parkinson. El escenario tiembla bajo el peso combinado de dos competidores y media docena de marcapasos.

—¡Señoras y señores! —brama el reportero, con la voz ya un poco ronca—. ¡Empieza la batalla! A mi izquierda, el mito, la leyenda, la mula con más achaques que rimas: ¡MC Mula!

Atjo.

—Y a mi derecha… un sustituto inesperado, mitad niño, mitad trampa legal: ¡Truenito Bífido!

🎤 MC Mula da un paso al frente. Bueno, más que un paso, un desliz lento con pausa para respirar.

—Yo soy MC Mula, y vengo cabreado, me ha dicho el doctor, que estoy bien jodido…

—¡Alto, alto! Que pare la música.

Atjo, ¿qué pasa?

—Que según la ley de ocio y eventos culturales, no se pueden decir palabras malsonantes si compites con un menor de edad.

—Pero… ¿Qué puñetas he dicho? ¡No he dicho ninguna palabra malsonante!

—Sí, ha dicho “jodido”.

—¡Me cago… atjo, atjo, arjo…!

—Lo dicho, nada de palabrotas ni alusiones sexuales delante de los niños. Violencia, sí; esa batalla la ganaron los abogados de las empresas de videojuegos. Continúe, MC Mula.

—Yo soy MC Mula, el del bastón dorado,
no corro ni andando, pero nunca me han ganado.
Vine desde el asilo, esquivando a la enfermera,
si me quitan el café, ¡les declaro la tercera!
Atjo.

El público estalla en aplausos… o en ataques de tos, no queda claro.

🎤 Truenito Bífido agarra el micro como si fuera una espada láser:

—Me llamo Truenito, nieto del trueno caído,
pero traigo más punch que un abuelo resentido.
Tú rimas con polvo, yo con videojuegos,
mientras tú buscas las llaves, yo hackeo tus juegos.

La gente grita “¡ooooh!”… aunque visto el panorama parece una revisión de Amanecer Zombie.

—¡Qué nivel, señores! —anuncia el reportero—. En un lado, la sabiduría de mil arrugas; en el otro, la frescura de quien aún confunde la realidad con Minecraft. Esto promete…

Las luces suben. El público se inclina hacia adelante… aunque algunos es porque el asiento se les ha plegado solo. El ambiente huele a linimento, sudor y palomitas sin sal.

🎤 MC Mula carraspea… El carraspeo dura lo suficiente como para que Truenito se ponga a beber Acquaviva, la nueva bebida energética con menos calorías y más cafeína. Luego, con voz de ultratumba, dispara:

—Escucha, chaval, no me vengas con consolas,
que yo ya rimaba cuando Franco hacía olas.
Mis rimas son puras, de la vieja escuela,
tú solo sabes hacer TikToks con abuela.
Atjo, atjo… (se seca la frente).
Y si pierdo hoy, que me entierren con honores,
¡y que pongan en mi lápida “Me ganó el mocoso de los cojones”!

—¡¡¡MC Mula, las palabrotas…!!!

La multitud explota en risas, y un señor del público lanza un audífono al escenario en señal de respeto.

🎤 Truenito Bífido no se achica:

—Abuelo, tranquilo, no te suba la tensión,
que esto es rap, no una maratón.
Tú tienes bastón, yo tengo talento,
y lo que no tengo en años lo tengo en movimiento.
Cuando quieras, te enseño Fortnite y Roblox,
te apuesto tus pastillas, que mientras te gano, rapeo.

El público grita “¡Duro, duro!”, y una señora desde la primera fila grita: “¡A ese niño lo adopto yo!”.

🎤 El reportero interviene, tosiendo un poco:

—Esto está que arde, señores… literalmente, que el aire acondicionado murió en 2003 y nadie lo ha sustituido. MC Mula… ¿está usted bien?

MC Mula levanta el dedo, jadea, y empieza una última rima… pero a mitad, se le corta el aire:

—Yo… atjo… vengo… atjo… con más fu… cof cof cof.

El micro cae al suelo. El público contiene la respiración. Una señora del fondo grita:

—¡Dale el Ventolín, que se nos va!

Los organizadores corren al escenario, uno tropieza con un taca-taca y provoca un efecto dominó de abuelos que caen como fichas de dominó. En el caos, Truenito levanta las manos como campeón no oficial… mientras MC Mula, entre sorbo y sorbo de oxígeno, murmura:

—Esto… no… ha… terminado, mocoso… atjo.

—Lo que sí ha terminado es la función de hoy. Señores, levántense despacito y diríjanse a la puerta que las ambulancias ya les están esperando. Yo diría que es un empate técnico, pero entre el público se murmura que, en esta ocasión, la juventud ha ganado. Devolvemos la conexión a radio nacional… Atjo, atjo. Hostias, abuelo, me ha pegado el resfriado.

VKR – La Puta Poesia

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Comentarios

2 respuestas a “Gallo viejo no teme al pollito”

  1. Avatar de Marcos B. Tanis

    Buenísimo 🤣🤣🤣, esto es cine, señores.

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    1. Avatar de El Onironauta

      Cine de gallos. No imaginé que el rap pudiera tener tanto juego, pero es de lo mas divertido.
      Gratos sueños,

      Le gusta a 1 persona

Susurra al abismo. Alguien, en algún sueño, escuchará.