
La cocina es un templo, cocinar es un ritual mágico, donde arcanos y sombras pasean con los ingredientes. No se trata tan solo de mezclar carnes y especias, verduras y condimentos, hay una ceremonia no escrita sobre el modo a proceder, el tiempo a emplear y el rezo adecuado, en forma de canto, o de palabras innovadoras de sabores.
Entregar cariño también es toda una ceremonia, así que, tras encender una vela y como incienso especias, y con toda la estima posible, os dejo esta sencilla receta con su ritual incluido.
Esencia de palmitos con arcano espiritual de queso.
Ingredientes;
- Palmitos en conserva
- Queso verde (roquefort, cabrales, gorgonzola…)
- Un poco de nata
Tras el saludo a la Diosa, cada cual a su manera, cortamos los palmitos, dejándolos en forma de cilindros a tamaño de un bocado.
Mezclar el queso con la nata (no es necesario mucha, una cucharadita solo) en un recipiente y calentarlo al baño María hasta que quede totalmente derretido.
Verter el queso disuelto encima de los palmitos y dejar enfriar.
El mejor conjuro es el que nos dicta la mente. Es más efectiva una canción para atraer la alegría que cualquier salmo, así que a gusto del cocinero. Como me contó mi amiga Patricia un día, ser espiritual y ser ateo no está reñido, así que cualquiera que sea tu credo comulgará perfectamente con un saludo ceremonial al servir estos entrantes, cada cual en su idioma y a sus seres divinos.
Bon apéttit.
Tal Barr/The Elders – Mothers
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