
Hola, amigos, soy el doctor Grifunder de Fru. Mis colegas y yo, especialistas en endocrinología, llevamos una importante investigación en la Universidad de Chewsntown de Massachusetts que revolucionará el concepto que tenemos sobre las hormonas.
Todos sabemos que las endorfinas y la oxitocina tienen unos efectos de lo más deseados, en anteriores investigaciones confirmamos que producen numerosos beneficios para nuestro cuerpo. Las endorfinas con efectos analgésicos y relacionados con la felicidad y la oxitocina con efectos parecidos, que con suficiente cantidad, hasta produce capacidad empática. Estas y tantas otras hormonas son producidas por el cuerpo y liberadas según se necesite. Cuando tenemos sexo, por ejemplo, es una de las formas más agradables e inofensivas de que estas hormonas sean liberadas al torrente sanguíneo.
Pero como dice el dicho, no todo es orégano si en el monte no amanece más temprano. Según nuestro estudio, existe una forma de contaminar dichas hormonas y producir un efecto contrario. Un estado, de insatisfacción, estrés y ecpatía, casi rozando a la psicopatía. Y esto ocurre en una relación sexual no satisfactoria.
Contamos 50 parejas voluntarias sanas y equilibradas, un periodo en las que procuramos con una serie de incentivos sexuales, en la que su comportamiento y su eficiencia eran ejemplares. En otro periodo de tiempo, los equipamos con un dispositivo que interrumpía el coito con una serie de descargas eléctricas en los genitales, inofensivas pero molestas, que producía inestabilidad emocional y mal humor en los voluntarios. Logramos demostrar así la función del coito como reguladora social.
Sospechamos que el mal coito tiene un potente efecto social, que no solo afecta al día a día, sino que nos atrevemos a pensar es causa de conflictos masivos internacionales, quizás hasta guerras. Históricas parejas como Napoleón y Josefina nos pueden dar pista de cómo nos puede afectar en sociedad e incluso en política un sexo no satisfactorio.
La moraleja de este estudio es muy sencilla; amigos, procuren disfrutar todo lo que puedan y no sean mal follados.
Susurra al abismo. Alguien, en algún sueño, escuchará.