Etiqueta: dailyprompt

  • Juntos

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Qué ha sido lo último que has aprendido?

    Recuerdo aquella vez que, sin quererlo, ordenando pensamientos superfluos, resbalé con una idea descartada, que de mala me hizo frente y me caí dentro, en la profundidad de mi mente. 

    Al descender en mi espeso universo interior, ornamentado por la luna inmensa de mi afán de fabulador,  palpitaba en la oscuridad estrellada. Debajo no había nada, descendía sin compasión.

    Vestías un traje largo y azul, caías también sin remedio, pero a ti te importaba poco, y rezando tu tayul, me fui acercando a tu lado y comprendí quién eras tú. 

    Tu mirada verde delató mis sentidos, criatura extraña, extraterrestre, mitológicamente mágica, de origen inexacto y carácter esquivo, tremendamente enigmática, eres la esencia de mis relatos, la inspiración de mis sueños escritos.

    Te agarré al vuelo, y te abracé fuerte, pues sé que es cierto, que con tu suerte, juntos y abrazados, no tocaremos el suelo.

    Lori Meyers – Siempre Brilla el Sol

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  • ¿Estas bien?

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Qué es lo que más odias que te pregunten? Explica por qué.

    Una sombra.

     – ¿Miguel?

    La figura salió desde las brumas, despacio.

     – Hola, Miguel… ¿Eres tú?

    Despacio, caminando con la lastimosa parsimonia de una danza fúnebre, suspiro agónico por llegar de entre las sombras. 

     – ¿Miguel?

    Acercándose lentamente con marcha suplicante, como si la carencia de alma fuera una característica del movimiento, desplomando su peso en cada paso, con un esfuerzo inconsciente para mantener la cadencia sin caer despedazado en el suelo.

     – ¿Estás bien?

    “Que pregunta más curiosa” susurraba en forma de melodía su agónica mente, mezclada con la confusión de ideas que perecían en el fondo de su cerebro, la constante destrucción de recuerdos que iban quedando agrietados en un rincón, como fotografías viejas, quemadas por el tiempo y, sobre todo, por la aparición del hambre. Hambre atroz, que lo envuelve todo, su cuerpo, su estómago, su ser. Apresurándose sin conseguirlo bien, fue consciente de que la pregunta correcta era otra. “¿Estarás tú bien si logro atraparte?”

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  • Olvidar(T)

    Sugerencia de escritura del día
    Invéntate una idea de negocio descabellada.

    De la intensidad de quererte a mi vera, esperando a que pasaras distraída bajo mi ventana, buscando casualidades para cruzar tu camino, disimulando con un silbido el frenesí, conseguí algo inexplicable, que se empezaran a fijar en mí. 

    Ocurrió que alguien se interesó por mí, pero no eras tú, ni ella, ni tan siquiera era una persona. Sentí una presencia extraña de una figura borrosa, que me perseguía cuando paseaba, me observaba al asomarme por las mañanas, y por la noche, me acompañaba a mi casa, silenciosa.

    Al principio quise creer que era el engaño, por mi facilidad de imaginar postales en las sombras, por creerme las mentiras bonitas de un vendedor de enciclopedias o de tratar de jugar con recuerdos perdidos del amanecer, cuando estaba anocheciendo. Pensé en dejarlo correr hacia el mar de los misterios inventados y recuperar tu rostro en mi mente, que empezaba a verse desenfocado.

    Esa tarde noté que iba a más cuando, al repasar mis ideas, le noté hurgar en mis recuerdos de cuando era un niño enamorado de la luna llena, ardiendo de rabia por no poder salir y aullarla, o de cuando pisaba descalzo la arena de la playa y sorteaba las olas buscando mojarme las rodillas.

    En la cama, mientras mi mirada cansada luchaba por apagar el día, en un acto de reverencia onírica, se presentó a mí en su mundo oculto. Mi mano rozó su rostro, perdida entre los lamentos del tiempo, se enredó alrededor de su pelo, mientras su vestido volando se precipitó al suelo. Fue su sonrisa lejana la que se quedó ardiendo en mi aliento, hasta morir en un despertar que disipó la realidad de mi lado.

    Ahora ya no te sigo buscando, ansío la sombra de un sueño, que se presentó sin pedirlo y me enamoré de lo extraño, de sus largas noches de deseo, de mis ansias por querer domarlo, del ímpetu de su mirada que era profunda pese a no ser cierto.

    The Cure – Close to Me

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  • Ente

    Sugerencia de escritura del día
    Háblanos de ese objeto que tanto te gustaba de joven. ¿Qué pasó con él?

    El ente alzó su esencia a las partículas primigenias que en alguna ocasión habían formado parte de él. Se completó en un individuo y apaciguó con cordura su largo encierro.

    La bruja, desnuda y sin pudor, se encontraba frente a él esperando su recompensa. Tenía miedo, sin duda nunca se había enfrentado con un poder como el suyo, pero la necesitaba, solo ella podía liberarlo. 

     Salutaciones poderosa hechicera, en vos encomiendo mi poder, decidme qué deseáis y os lo concederé.

     -¿Quién eres? ¿Qué haces aquí?

     -Tengo muchos nombres, pero ninguno es importante. Vos me habéis llamado así que sabréis por qué lo habéis hecho.

     -No estaba llamando a nadie, estaba en otros asuntos cuando de pronto apareciste entre luz y humo.

     -¿No pretendía invitarme entonces?

     -¡No! Yo estaba… Hacía otra cosa. No sé cómo invocarte.

     -Es fácil, frotando el objeto donde se capturó mi mente. 

     -Ah, pues puede que sí que haya frotado algo, pero no sabía que tú estabas allí.

     -Entonces te propondré un trato. Haré realidad cualquier deseo de quien me quiera liberar, pero para eso debe destruir el objeto que me hace prisionero.

     -¿Te refieres a esto?

    La dama le enseñó un pene tallado en caoba, de color oscuro y con símbolos extraños grabados alrededor de la forma cilíndrica. 

     -Me temo que no era consciente de la figura que me contenía. Si la destruyes quemándola, nuestro pacto se hará realidad. Pero, ¿se puede saber de qué forma andaba frotando esa representación fálica?

     -Mejor nos preocupamos por concretar nuestro pacto y dejamos esta anécdota para otra ocasión.

    Incubus – Stellar

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  • Un sueño

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Cuál es el mejor regalo que te han hecho?

    Si alguna vez en tus sueños entro, crearé aliento de brumas de risa, raíces de felicidad en barbecho y cálida seguridad para fortalecer tus alas y que se abran al viento. 

    Que así cruces el firmamento, enlazando besos de espero en la cama, tachando el tiempo, esperando tu llamada, con un libro abierto entre ligeras sábanas saladas. 

    Sabrán a días de calma, a inocencia prestada, a las historias de duendes y de lobos mansos que yo te contaba. Volverás a casa llena de aventuras nuevas y tendrás a quien relatarlas.

    Sólstafir – Fjara

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  • Eterno

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Qué piensas de la idea de vivir una vida muy larga?

    La elipse dibujada en el firmamento dejaba un extraño brillo, no parecía un cometa, más bien un corte de bisturí hiriendo el cielo bajo la luna llena. 

    El mago terminó su plegaria, guardó sus instrumentos rituales y echó una última mirada al estrellado cielo. Blasfemó un lamento y se preparó para dormir otros dos mil años.

    Ya había alimentado de sueños el universo, ahora se merecía un descanso. Sonrió al ver la línea desaparecer y cerró los ojos.

    En otro lugar del mundo, equivocaron el sortilegio creyéndolo mensaje divino, y emprendieron una búsqueda sin sentido. Manteniéndose los demás ocupados mientras duraba, allá lejos, el descanso del mago.

    Radiohead – How To Disappear Completely

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  • En papel celofán.

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Cuál es el mejor regalo que te han hecho?

     – Solo queda una.

     – ¿Solo una?

     – Sí.

     – ¿Y no me la pueden reservar?

     – No, Rafa, no me dejan.

     – ¿Y si la compras tú? Yo te hago un ingreso.

     – Lo haría, pero tengo la tarjeta limitada, no me dejan hacer más compras.

     – Vale, entretenme al dependiente, yo llego ya.

     – Pero, Rafa, no llegas con el tráfico.

     – Entretenlo todo lo que puedas, por favor. Inténtalo.

     – Vale, pero esto está lleno, a más no poder.

     – Tranquilo, que llegaré pronto.

    Saltó las escaleras de dos en dos, tropezó con su vecina Encarna, que le apuntó con el dedo mientras entonaba improperios dignos de un camionero atravesado en un estadio de fútbol. Al llegar a la calle, vio que, entre claxons e insultos, la circulación se veía imposible. Estaba a veinte kilómetros de la tienda donde su amiga le esperaba. Sin pensar mucho se echó a correr.

    Mientras tanto, en la tienda ya empezaba a formarse una pequeña cola tras el dependiente.

     – Señora, por favor, si no le gusta, hay gente esperando para poder comprarla…

     – Yo no he dicho que no me guste, pero es que no sé si me va a servir. ¿Me puede explicar para qué es esto?

     – Está bien, se lo explico…

    Sin aliento, Rafa se dio cuenta de que tan solo había recorrido dos kilómetros. Estaba sin aliento, no iba a llegar. Imposible coger un taxi, impensable seguir a pie, de pronto encontró la solución, estaba tirada en la acera con una luz verde parpadeando. Un patín eléctrico envejecido de los que se alquilan usando una aplicación. Desbloqueó el artilugio del demonio y acortó el camino esquivando tráfico por el parque.

     – Señora, por favor, llevamos diez minutos. – En la tienda, el dependiente empezaba a perder la paciencia.

     – Sí, ¿pero me puede explicar para qué es esa función? Le prometo poner cinco estrellas a su nombre en las encuestas de calidad.

     – Vale, señora, pero decídase ya, que pierdo más ventas.

    Tras el parque, a toda velocidad, Rafa entró por el callejón. Sabía perfectamente que, entrando por la puerta trasera del edificio, llegaría a cruzar la avenida en un tiempo récord. Y ahí se quedó, frente a la puerta metálica que daba acceso al edificio. Una voz en su cabeza le dijo que tocara la puerta, así lo hizo.

     – Hola, ¿quién eres? – Abrió un tipo con cara de portero de discoteca tras el tercer golpe de nudillos.

     – Hola, vengo de parte del jefe.

     – ¿Qué jefe?

     – Bueno, tú sabes, vengo a entregar el paquete.

     – Ah, el paquete, vale, ¿lo tienes ahí?

     – Verás, el paquete lo lleva alguien que está en la planta de abajo, la que conecta con la avenida. ¿Puedo bajar desde aquí? Así no le hago dar la vuelta.

     – Bueno, no es lo habitual, pero es que llegáis muy tarde.

     – Seremos discretos.

     – Está bien, entra.

    Detrás de la puerta había un almacén con aspecto abandonado. Rafa quiso adivinar que este local se usaba como depósito para las tiendas que había en la planta baja, pero que estaba en desuso. El armario humano abrió la puerta interior que daba a un pasillo, un ascensor le daba la bienvenida.

     – No tardo nada.

     – Vale, por el ascensor es más rápido, espero aquí, pulsa la B para llegar a la entrada principal. – Eso hizo, y una vez llegó salió por el portal del edificio, al final de la avenida estaba, tocaba correr otra vez. Al final de la avenida veía la tienda.

     -Señora, le he explicado todas las características dos veces, estamos a punto de cerrar. ¿Se la va a llevar? – El dependiente de la tienda, que ya había agotado la poca paciencia que le quedaba, le estaba dando un ultimátum. A la amiga de Rafa le llegó un mensaje en el móvil.

     “Estoy a dos kilómetros”

     -Bien, me la llevo. ¿Me la puede envolver?

     – Claro que sí, señora, ¿cuál va a ser la forma de pago?

    Esquivando a la gente, y cansado de tanto correr, Rafa estaba llegando.

     -Son setecientos euros, señora, por favor.

    Con la tarjeta de crédito en la mano, abriéndose paso entre la gente, gritaba desde lejos.

     -¡Cóbreme a mí, pago yo!

    Con el paquete recién comprado y todavía sin haber recuperado el aliento, Rafa y su amiga salían de la tienda con cara de satisfacción.

     -Casi no logras llegar, ¿se puede saber por qué era tan importante que compraras eso hoy?

    Él, mirándola fijamente a los ojos, extendiendo el regalo recién envuelto y con un atisbo de vergüenza en la mirada, le dijo;

     – ¡Feliz cumpleaños!

    Sidonie – Bajo El Cielo Azul

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  • De receta

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Qué podrías cambiar?

    La cocina es un templo, cocinar es un ritual mágico, donde arcanos y sombras pasean con los ingredientes. No se trata tan solo de mezclar carnes y especias, verduras y condimentos, hay una ceremonia no escrita sobre el modo a proceder, el tiempo a emplear y el rezo adecuado, en forma de canto, o de palabras innovadoras de sabores. 

    Entregar cariño también es toda una ceremonia, así que, tras encender una vela y como incienso especias, y con toda la estima posible, os dejo esta sencilla receta con su ritual incluido.

    Esencia de palmitos con arcano espiritual de queso.

    Ingredientes;

    • Palmitos en conserva
    • Queso verde (roquefort, cabrales, gorgonzola…)
    • Un poco de nata

    Tras el saludo a la Diosa, cada cual a su manera, cortamos los palmitos, dejándolos en forma de cilindros a tamaño de un bocado. 

    Mezclar el queso con la nata (no es necesario mucha, una cucharadita solo) en un recipiente y calentarlo al baño María hasta que quede totalmente derretido.

    Verter el queso disuelto encima de los palmitos y dejar enfriar.

    El mejor conjuro es el que nos dicta la mente. Es más efectiva una canción para atraer la alegría que cualquier salmo, así que a gusto del cocinero. Como me contó mi amiga Patricia un día, ser espiritual y ser ateo no está reñido, así que cualquiera que sea tu credo comulgará perfectamente con un saludo ceremonial al servir estos entrantes, cada cual en su idioma y a sus seres divinos. 

    Bon apéttit.

    Tal Barr/The Elders – Mothers

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  • Sueño nuevo

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Cuál es tu gran objetivo en la vida?

    De las promesas que me quedaron por cumplir que, amontonadas en el umbral de los meses pares, me concedían licencia de esperanzas, descarté las menos coloridas para que cupiesen en unas manos llenas de uvas verde esperanza.

    El repiqueteo de las campanas me avisó de que quedaba un momento, un agonizante año que daba luz una prórroga en el tiempo me animó con el último párrafo.

    Y por fin tañeron los misterios, en forma de campanada, como cada cambio de ciclo.

    Una.

    Prometo detener el tiempo, avanzarlo, resumirlo en verso.

    Dos.

    Mi corazón latirá lento, saboreando cada momento.

    Tres.

    Caricias y besos, cuando sean precisos. Aunque no tenga aliento.

    Cuatro.

    Ofreceré mi voz al viento. Que camine lejos. Muy lejos.

    Cinco.

    Que la dicha sea mi abismo y quedarme atrapado al caerme dentro.

    Seis.

    Prometo estar cerca, en mi lejano universo.

    Siete.

    Limpiar mi mente de malos recuerdos, dejarlos bien guardados.

    Ocho.

    Dedicar más tiempo al presente y un segundo al pasado.

    Nueve.

    Comprender que el futuro está hecho para ser imaginado.

    Diez.

    No perder el tiempo, y si lo pierdo buscarlo.

    Once.

    Recrearme en el sol, la luna, el infinito.

    Doce.

    Compartir y agradecer a todos en este año nuevo.

    Gracias por empezar este año soñando conmigo.

    Foo Fighters – Next Year

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  • La oportunidad

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Juegas a algo en tu día a día? Si escuchas la expresión «recreo», ¿en qué piensas?

    Todo es hermoso según quien lo pinte, según la perspectiva de la fotografía, según los ojos con que lo quieras ver. Hay quien desprende luz que embellece su rostro con gestos, hay quien marchita su cuerpo según suena su voz. 

    Te encontré en septiembre, oculta entre libros, se ve que no viste y chocamos, tu rostro encarnado, yo  hice un chiste fácil, en una rima descarriada, reímos y hablamos.

    Eras la voz más brillante, su risa rompía en cascabeles, como en la llamada de blanco en una iglesia vieja. Su pasión estaba escrita, eran las líneas de un romancero.

    Yo tendía a filas de atrás, tú a sentarte a mi lado, yo a perderme en palabras, tú a escuchar sin reparo, yo que creí a los demás, inmerso en un mundo de raros, los que me dijeron quién era buena y quien merecía mi agrado.

    Pusiste distancia en mi mente y dejaste de entender oraciones, escalando sobre la gente, siendo as de corazones, y ya que no había razones de tenerte presente, le di vueltas a mi suerte marchitándose las flores.

    Y me quedé solo.

    Sin el tintineo de tu charla en la alegría entre pasillos, me arranqué a la oscuridad del último pupitre, buscando consuelo entre las horas muertas de humo y cemento. 

    No fue un infierno, cierto, ni sé seguro si perdí el cielo negando dos veces tras los pasillos, tampoco que hubiera luego de ser cierto. Pero nunca olvidé que no conocí el sabor de sus labios.

    Cradle Of Filth – The Death of Love

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