
A saber por qué —por tu luz, por tu ser—
te quedaste a mi vera, en mi piel,
en el camino secreto de mis neuronas.
A saber por qué, por tu miel,
te quedaste en caricias.
Y tal vez yo también
me quedé caminando a tu vera.
Fueron astros alineándose lento,
orbitando en movimiento,
con aroma a recuerdos lejanos
y a poesía sin letras
que el destino insiste en hilar.
A saber por qué el tiempo gira
y estamos en él.
Travis Birds – Azul Noche

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