Reconectar

Sugerencia de escritura del día
¿Cómo sabes que ha llegado el momento de desconectar? ¿Qué haces para que suceda?

 La habitación tenía colores pastel, tonos sutiles de azul y amarillo en un fondo blanco tan pulcro como el olor al desinfectante médico que envolvía el aposento. En el centro una cama, rodeada de aparatos medidores de constantes y frecuencias, tubos de líquidos fluorescentes y monitores de temperatura, entre todos los instrumentos un cuerpo, azulado por el frío, inmóvil como una sombra congelada. En la pared un símbolo esotérico en forma de estrella, en el centro de este una imagen poco conocida de Mickey Mouse, la de su primera aparición en 1928.

Abrieron la transparente puerta de la habitación, quedó todo el pasillo cubierto de bruma blanca, espesa, que avanzaba lenta, al igual que los tres personajes con túnicas negras estaban entrando. Parecían flotar en el aire, parecían avanzar rodando. Llenaron el ambiente de un cántico sórdido, oscurecido por una entonación monótona y una vocalización pobre y arrítmica. Quedaron en el fondo de la sala con su particular exorcismo.

Entraron también señores con batas blancas y verdes, con estetoscopios y rinoscopios, ajustando parámetros y hundiendo agujas de suero. Entre botones y hechizos, descargas eléctricas y oraciones, el ser durmiente inspiró fuerte, abrió sus ojos despacio, el color volvió a sus mejillas y sus brazos impulsaron su cuerpo en un intento de incorporarse. Miró a su alrededor, se quedó un instante ordenando su mente y dijo.

 – ¿En qué año estamos?

 – En 2025, señor Walter, en breve comenzaremos con la regeneración. – Respondió el señor de la bata verde.

 – Perfecto, quiero un informe de todo lo ocurrido en estos 59 años, en cuanto despierte lo quiero tener al lado.

 – Comprendido, señor Walter, lo tendrá.

Pronto, el peso de los calmantes lo arrojaron al descanso. Soñó con criaturas deformes de colores estridentes que, en un decorado de cartón piedra, le perseguían frenéticamente para devorarlo vivo. 

Despertó de un sobresalto cuando aún no había amanecido. No había dolor, ni sensación de pesadez en el cuerpo, su mente estaba clara como los medicamentos que goteaban hacia su cuerpo. Comenzó a leer el dosier que había en su mesita de noche, con tapas gruesas y una ilustración a todo color del ratón de los dibujos animados de los años 30. Estuvo toda la mañana entretenido en su lectura, por la tarde vinieron a visitarlo.

El primero en entrar, un señor con bata blanca y aspecto serio que manoseaba un block de notas, le comentó que la intervención había sido un éxito. El otro visitante era un elegante caballero con americana de marca cara y zapatos de cuero negro que, con expresión sonriente, se le veía el nerviosismo por el temblar de sus mejillas.

 – Tú debes de ser mi familiar. – Afirmó recostándose en la cama, sin dejar de mirar el informe.

 – Sí, soy su biznieto Walter, vicepresidente en cargo.

 – Sí, ya me he dado cuenta de que habéis descuidado el buen funcionamiento de la empresa.

 – Los tiempos han cambiado mucho y las multinacionales ahora son muy agresivas.

 – Los abogados no han cambiado, ¿verdad? Vaya reclutando a los mejores que nos van a hacer falta.

 – Hecho, señor Walter.

 – Llámame Visa, es lo máximo que vas a ver de mi dinero si no te veo trabajar. Otra cosa.

 – Dígame, Señ… esto, visa.

 – ¿Qué puñetas es ese cuento de los horribles monstruos espaciales? Esos que salen del pecho de la gente, que se asoma a unos asquerosos huevos y que chorrean ácido por la boca. ¿Qué tipo de gustos tienen hoy en día los más jóvenes de la familia para que necesitemos contar historias de semejantes engendros?

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Comentarios

2 respuestas a “Reconectar”

  1. Avatar de manuelwarlok

    Jolines se despertó Walt Disney

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    1. Avatar de El Onironauta

      Despertó y casi le da un infarto al ver la serie de Alien.
      Gratos sueños.

      Le gusta a 1 persona

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