La alegría se equivocó de estación y se bajó en otoño, dejó confusas notas de saxofón de una triste melodía envuelta en llanto. Volverá octubre a volar en primavera, como aquellos pájaros oscuros colgados de mi terraza, que en mi cabeza revolotean, alimentados por las luces del son oscuro que en la penumbra mora.
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Quien pudiera aparecer a pie de escenario para reverenciar esos aplausos.
Gratos sueños.
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Aunque sean un poquito oscuras estas letras, son bonitas.
Por aquí revolotean pajaritos de mil colores , estoy por mandarte algunos para allí en mi próximo envío (o meterme yo en una caja 😉)
En varias de tus entradas estoy echando algo de menos, a ver si sabes que es.
Un fuerte abrazo Oniro.
Aquí, aparte de mis pardelas que a esta fecha cotorrean más que nunca, se ve también todo tipo de pajaritos, el otro día vi hasta un águila que amenazaba en vuelo raso a mi perro, luego descubrí que se escapa de vez en cuando de un sitio que hacen espectáculos con esas rapaces.
Donde vi la mayor diversidad de pajaritos fue allí precisamente, miles de ellos y de todos los colores.
Y de la canción solo puedo decir gracias, me ha encantado y siempre sorprendes (al menos a mí) con música que no había escuchado antes, ya la tengo guardada.
Un abrazo Oniro 🫂😘
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Esta noche vino la esencia del gran Bécquer a visitar tus sueños, te rozó el alma y tu pluma plasmó palabras envueltas en poesía.
Confundiste el otoño con la primavera y las golondrinas vinieron, se fueron y te dejaron esa nostalgia ahumada que dejan los momentos de mayor inspiración a los poetas.
Me encanta este ritmo tuyo, esta forma tan mágica de saber convertir el día en noche y el sol en luna.
Precioso, realmente precioso.
Un abrazo 🌷
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Bécquer está siempre presente, como lo están Lennon y McCartney, pero antes de que esto se convierta en una canción de Silvio Rodríguez, te aseguro de que la primavera sí que vino a mí en octubre. Fue un momento muy feliz, aunque el cielo no quisiera acompañarme cubriendo de nubes el sol.
Ahora, sí, ya puedo.
…Quién fuera Ali Baba
Quién fuera el mítico Simbad
Quién fuera un poderoso sortilegio
Quién fuera encantador…
El descanso del Onironauta 
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