
Enamorada del cielo de Varsovia, niña triste, de ojos caídos, suspirada mirada gris que se queda atrás, con el frío invierno, con tu único vestido, con el anhelo de verlo pasar a tu lado y no poder sonreír, porque no puedes amarlo. Exhila tu corazón en París, somete tu pasión a fórmulas numéricas, teoriza instantes superfluos, investiga a través de los cuerpos sobre la atracción de polos opuestos. Aborda facultades de patriarcados misóginos y préndelo todo, Tuya es la victoria Y si pereces en el proceso obtendrás un radiante momento que hará que tu brillo sea eterno.
Replica a azurea20 Cancelar la respuesta