Antiguos Hábitos

Sugerencia de escritura del día
¿En qué has trabajado?

El murmullo del sistema de refrigeración del ordenador anunciaba la poca actividad que había en la recepción del despacho de Mauro Hernán, que con una instrucción de no molestar estaba esperando una solución a un imprevisto. Mientras, un joven vestido formal y discretamente moderno, se acercaba al mostrador.

– Hola, soy Pablo, de CRi Corp, me llamaron, ¿Está Mauro?

 – Hola Pablo, no me habían avisado. 

 – Sí, es parte del protocolo.

 – Mauro tiene reunión hasta las doce, no puedo molestarle.

 – Le esperaré, ¿estaría dispuesta a colaborar y así adelanto trabajo?

 – Estaré encantada de ayudarle en lo que quiera.

 – Son solo unas preguntas, por supuesto no está obligada a responder sin la supervisión de Mauro, pero adelantaría mucho que contestara las que le fuera posible.

 – Con esa mirada que tiene tan profunda no voy a poder decirle que no. 

 – Bien, ¿es usted consciente de un posible fallo? ¿Le han comunicado algo?

 – No, no lo sabía.

 – ¿Y ha apreciado algo inusual?

 – No, que me haya percatado.

 – ¿No ha notado anomalías en los documentos o archivos?

 – ¿A qué se refiere? Lo único diferente aquí es su porte tan esbelto.

 – Me refiero a cambios en el sistema de orden de archivos o aparición de documentos inusuales. 

 – No he visto nada de lo que me deba preocupar. ¿Le apetece un café?

 – No, gracias. ¿Siente que su rendimiento es inferior o superior de lo acostumbrado?

 – No, sigo el ritmo de siempre. Un ritmo ardiente.

 – ¿Ha cambiado hace poco la forma en la que trata a los clientes?

 – Siempre con corrección, no entiendo. ¿Se necesita un trato distinto? ¿Más íntimo?

 -¿Y la forma de percibir información? ¿Ha notado algo extraño?

 – Ahora que lo dice…

 – ¿Sí?

 – Noto una serie de sensaciones en mí, no son nuevas, es como si estuvieran aletargadas… 

 – ¿Me las puede describir?

 – Siento calor cuando me dirijo a alguien, un calor sofocante que me incita a quitarme la ropa.

 – comprendo, siga.

 – Ahora mismo, al mirarlo a usted, me muero de calor… Y de ganas de desnudarme, ¿Cree que eso es preocupante?

 – ¿Y desde cuándo lo nota?

 – Desde que lo vi aparecer, ¿no cree que estaríamos mejor los dos con menos ropa? Puede acercarse más si quiere.

Mientras se desabrochaba los botones de su blusa, lentamente, con elegancia y picardía. Se escuchó abrir la puerta del despacho y apareció Mauro, Pablo, hizo un gesto de disculpa a la señorita que ya casi había acabado con los botones y se dirigió al señor Hernán.

 – Hola Pablo, cuando quieras empezamos.

 – No hace falta, creo que ya he podido detectar el fallo. Su unidad asistente es de segunda mano, ¿verdad?

 – Sí, claro, con los precios que tienen no había otra forma.

 – Creo que se le ha filtrado parte de programación antigua, y está tomando el rol de su anterior ocupación. Se la formateo y como nueva.

Rammstein – Mein Land
Anuncios

Descubre más desde El descanso del Onironauta

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Comentarios

2 respuestas a “Antiguos Hábitos”

  1. Avatar de excusatio

    NO al formateo indiscriminado. Criaturita. Pobre mía, dejarla así, a medias. Qué desperdicio.

    Le gusta a 1 persona

    1. Avatar de El Onironauta

      Al menos una copia de seguridad por si uno se arrepiente.
      Gratos sueños.

      Me gusta

Susurra al abismo. Alguien, en algún sueño, escuchará.