Había una vez una historia de amor que se escribía sobre lienzo de papel y tinta marina. Suspirando los pasos del cartero, volaba, osada de ella, como las aves y navegaba cruzando el océano.
Eso a veces costaba un beso, todo eso, esperar en recibir lejano, en letras, un sentimiento.
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Estoy de acuerdo, más romántico imposible, pero era desesperante para un adolescente, yo soñé con el chat mucho antes de que el irc llegase aquí. Me acuerdo de que donde vivía llegó un día el tren de la tecnología. Yo tendría unos 9 años. Era una locomotora antigua que en uno de sus vagones tenía todo tipo de ordenadores en exposición. Ahí supe de la comunicación a tiempo real y me enamoré de la tecnología. Pero esa tecnología antigua hecha de verdes y de teclas gruesas, firmadas por un tal IBM, portadas en tan antiguo carrusel eran para enamorar.
Gratos sueños.
Sí total. Los ordenadores, mejoraron el trabajo y el entretenimiento.
Internet cambio las comunicaciones, las hizo más rápidas y sin dudarlo, para los que tenemos esta curiosidad por conocer y viajar, es el mejor aliado para estar cerca de lo que queremos y dejamos momentáneamente.
De análogos y digitales tengo historias.
Pero para romances reales, las cartas, son encantadoras. Podía incluir los e-mails, perdidos en el tiempo también.
Soy el tipo de análoga romántica y digital práctica.
SI, mucho encanto, lo que a mí me mataba es que, por tener el gesto, me carteaba con una vecina del pueblo de al lado. Tardaba tanto que me desesperaba.
Uff, el M.irc y los scripts de guerra, que cafre era yo en aquel tiempo. Cuando internet era libre y nuestra.
Gratos sueños y mejores recuerdos.
El descanso del Onironauta 
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