
Ahí estaba ella: pálida, inmóvil, objeto dormido en el tiempo, esperando vida bajo un corazón que aún latía.
Nadie nos prepara para esto. Pero es el único modo.
Todo comienza con un disparo sin materia. La máquina arranca la mente de su envoltura carnal y la lanza al espacio. La canaliza por densos conductos invisibles, arrastrándola hacia su destino, lejos, cruzando el infinito.
Arrastrarás el frío inmenso hacia el nuevo cuerpo que yace ignorando su destino. Y palpitarás con su sangre, llenándolo todo. Penetrando por la médula espinal hasta el cerebro. Allí se encenderá la noción del tiempo, y cortarás el vínculo antiguo que terminará pereciendo.
Te sentirás viva de nuevo.
Pero también habrás muerto.

Proyecto Astral – Protocolo Nº 17
Nivel de acceso: restringido. Difusión no autorizada.
Objetivo:
Desacoplar la conciencia de su huésped biológico y transferirla a un recipiente alternativo.
Procedimiento:
- Estimulación neuroeléctrica inicial (0,7 segundos).
- Separación mente/materia: fase de vacío inducido.
- Canalización a través de túneles de tránsito cognitivo.
- Inserción en huésped secundario (preferible estado de inconsciencia).
- Corte definitivo del vínculo original: el cuerpo inicial deja de sostener la identidad.
Efectos esperados:
- Sensación de muerte parcial.
- Reconexión gradual de noción temporal.
- Activación autónoma del nuevo organismo.
Efectos colaterales registrados:
- Pérdida de memoria episódica.
- Disociación emocional persistente.
- Ansiedad existencial recurrente.
Nota del operador:
“Se confirma la dualidad: para que uno viva, otro debe morir. La máquina no crea, sólo transfiere.”
Jon Hopkins – Emerald Rush


