Etiqueta: relatos cortos

  • A Willy

    A Willy

    (Esta historia empieza aquí)

    ¿A quién te gusta tener cerca?

    Era la estación más colorida del año en Kepler, en esa fecha tan señalada, invadía el valle un torrente de flores con tan alegre semblante que Vega no podía evitar pasar las tardes paseando, arrebatada por tan deslumbrante paisaje. Allí tirada, entre el embriagador aroma silvestre, en la hierba que crecía a pies de aquel bosque, observaba los retorcidos árboles que lo formaban, sus padres no querían que entrase en él, Pero la niña, más que valiente, era atrevida.

    – Vamos Willy, que no nos va a pasar nada.-

    Willy que andaba olfateando unas plantas en busca de insectos, corrió raudo y alegre tras la niña, que ya se adentraba entre los extraños árboles que formaban el bosque. Parecidos a los baobabs, aunque de troncos curvos y hojas carnosas que llegaban al suelo. El crepitar de la maleza y el aullar de las criaturas empezó a asustar a Vega.

    – Willy, vamos, nos volvemos ya –

    La mascota de la niña estaba quieto, señalando con sus tentáculos a un poblado matorral lleno de espinas. Ululaba como un gato enfadado y retrocedía sin dar la espalda a la maleza. Entre ramas, una horrible criatura empezó a salir del matorral, de ojos brillantes y colmillos afilados .

    – ¡Corre Willy!-

    La niña, presa del pánico, quiso volverse y correr, pero otro monstruoso animal le cortaba el paso, un mustélido enorme con sucia pelambrera que arrastraba por el suelo, un morro canino con afilados dientes y una mirada incandescente daba forma a esa pesadilla, que con un sonido gutural amenazaba con darle caza. Tras ella apareció Willy, valiente y feroz protector, saltando con sus ondulantes tentáculos al cuello de la criatura. Hubo el reflejo azulado y el sonido chispeante de corriente electrostática. El ya no tan espeluznante monstruo, huyó despavorido y chamuscado tras el ataque del animal de compañía de Vega.

    – Willy, no sabía que podías hacer eso –

    La niña cogió a su amigo de uno de sus tentáculos y caminaron a la salida del bosque, dejando atrás una humeante criatura aturdida y asustada, escondida tras el matorral.

    (Continua aquí)

    Reverend Peyton´s Big Damn Band – Raise a Little Hell
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  • La carta

    La carta

    (Esta historia empieza aquí)

    En eterna espera de lanzamiento de la nave. Adam exorcizaba el terror de la incertidumbre entre las líneas de dolor de una carta de despedida.

    From: <ANewman@ code#485147KddR#sa.gob.uk >
    To: <ESanchez@ code#6852147Xz#r3z.gob.es >

    Querida Eva,

    No hace más que un momento que me marche de tu lado y ya te extraño, como extraño se me hace el camino de vuelta sin ti.

    Mi lamento crece como crece el espacio entre los dos, pero sé que ahora llevo algo de ti en mí. Que crecerá aún en la distancia convirtiéndose por el instante que dure, en eterna.

    En mí nace la esperanza, de que la distancia es temporal. Sé que solo hace falta un salto entre tu mundo y el mío y que en breve se cruzaran de nuevo nuestras miradas. Entre tanto miraremos a la vez la misma estrella en un cielo diferente.

    Pensé que algo así nunca me iba a pasar, pero ya ves, al rozar tu piel murió el frío y decidiste hacer de mi pensamiento tu morada. No me queda otra que visitarte cada mañana y revolotear contigo hasta que ese beso me diga que descanse, hasta mañana.

    Te Quiere.

    Adam

    PD. Los momentos en los que tu luz se derramaba salvaje sobre mi espalda no solo cicatrizan bien, además quedaron tatuados en mi memoria con el profundo fuego del deseo, no dudaré en recrearme en ellos a la espera de volver.


    El ruido del despegue anunció el corte de toda comunicación no prescindible. Apresurado envió la carta antes de que no fuera posible. Quizás estas sean las últimas palabras que podía enviarle. O puede que no…

    Scorpions – When the Smoke is Going Down
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  • Nox Rapax

    Nox Rapax

    En el umbral del tiempo mi existencia persiste. El flujo temporal inunda de infinitos recuerdos que se asoman en mi mente como polillas en un candil. Aunque si he de elegir, mi instante perfecto es hoy. Ahora. Siervo de Artemisa, soy el deseo más perverso de la luna llena. Perfume de tu cuello que embriaga el aire mientras soy sombra. Latido constante, respiración frecuente, tenso es el momento de delirio inminente. Notas de fuga barroca se liberan del pentagrama, rumor de batalla si hay suerte, pero siempre con ventaja. Elegante danza de la guadaña que siembra la vida con la muerte. Sabor ocre que extingue el ruido, sacia mi instinto y mi alma que vuelve al olvido se duerme, pero no se aplaca. Dulce el sabor que queda en mi boca.

    Korn – Children of the Korn
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  • Cuando Cae la noche

    Cuando Cae la noche

    Su dulce aroma asomaba mucho antes de que las campanas confirmasen su presencia.

    Mi gran sueño, materializado en el mar de su mirada, esperaba, tímida, la ofrenda de bienvenida al calor del hogar con un suave — ¿Puedo pasar? -. Sin mencionar la helada escarcha del relente de la luna, busque el frío contacto de sus manos.

    -Sabes que no te puedo invitar a pasar-

    -Tengo frío.

    -Sabes que no puedo.

    Mi gran sueño de mirada melancólica sonreía triste y cansada desde la puerta.

    -No te quiero hacer daño.

    -Lo sé. Pero no conseguirás reprimir tu instinto.

    Como cada noche, su fría mano me acarició la mejilla mientras me contemplaba con cariño.

    -Tengo hambre-

    Le tendí mi mano, y ella me abrazó.

    -Vale, pero tiene que ser aquí, en la puerta.

    Sus labios me acariciaban el cuello.

    -Cuando yo te diga para-

    Su lengua se deslizaba buscando el paso de mi sangre, entonces note el mordisco. Sus recuerdos entraban en mi mente en una extraña danza, rellenando el espacio de la vitalidad que se me arrebataba. La vi crecer, aprender a montar, torpe, en su bicicleta rosa recién comprada. Vi como reía con sus amigas, los domingos por la tarde en la plaza, mirando a los chicos pasar y como aquella tarde de verano me conoció a mí, llenando su estómago de mariposas que fueron eternas mientras vivió. También vi el oscuro momento de su caída en el mundo de los muertos, y de cómo despertó, buscando fragmentos de vida para poder calmar su sed.

    -¡Para ya! — Dije atrayéndola hacia mí, con fuerza, hasta cruzar el umbral de la puerta, al interior de la vivienda. Su mirada se tornó oscura, lágrimas de sangre deslizaban por las mejillas, una mueca de infinito dolor hizo que retrocediera de manera urgente un par de pasos.

    -Gracias- Contesto recomponiendo su rostro hacia una tierna mirada de despedida que me hizo entender — hasta mañana.- Ella se perdió entre las sombras, derramándose entre mis dedos hasta desaparecer y pensé en voz alta.

    -Cualquier día, seré yo el que no pueda apartarme de ti.

    Mi gran sueño se convirtió en silencio, en un oscuro silencio.

    -hasta mañana.

    Goëtia – Dark Magic Music
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  • Venus sobre Marte

    Venus sobre Marte

    Fue Venus, ofuscada en la caída de mis párpados, quien me entrego el deseo en el reino de Morfeo. En mi piel resbalaba el verbo, sin rostro, de un perfume de ánima perdida que se encontró con mi carne y descubrió que la amaba. Tal fue el delirio en el acerbo cometido que deslizándose tranquilo, el instante mi dulzura creció extrema. Expresión verbal con carácter galorromance, miel de lirio entre labios ardientes. Deseo urgente de naufragio, sobre las costas de invisibles caderas, que no le basta al colibrí con acariciar el néctar, necesita profanar la rosa y descansar en ella.

    Me expulsó el timbre agónico que, maldiciendo melodías, engendrando un destino, donde no estaban tus besos, al borde de fallecer, matando sombras y tornándome vivo. Cruz en el calendario, que rige mi fortuna, dame la paz ausente de derrotar mi anhelo de padecer lasitud.

    Iron Maiden – Infinite Dreams
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  • El Onironauta

    El Onironauta

    En algún lugar entre el sueño y la vigilia, hay un refugio que no figura en los mapas: una posada de tinta, memoria y eco.

    Aquí reposan palabras que aún arden, leyendas que no se resignan al olvido, fragmentos de un mundo visto al trasluz de lo imposible.

    No soy guardián ni guía, apenas un viajero que anota lo que sueña. Pero si ha llegado hasta aquí, quizás también escuche el mismo llamado.

    Pase. Descalce el miedo. Deje que la realidad tiemble un poco.

    —DeOniros

    Judas Priest – Dream Deceiver
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