Etiqueta: humor

  • Del Nokia al “papito”: Crónica de una evolución tecnologica.

    Del Nokia al “papito”: Crónica de una evolución tecnologica.

    Suena el timbre del establecimiento. Un señor con cara de despistado se asoma al mostrador. Una jovencita risueña acude a atenderlo.

    —Buenos días, señor. ¿Qué puedo hacer por usted?
    —Hola, jovencita, tengo un problema con este móvil.
    —¡Hala, señor, qué teléfono más vie… esto… tan de época! ¿Lo trae a arreglar porque le tiene cariño? Normal, llevará con usted toda la vida.
    —No, el teléfono está perfecto. El problema está con la pantalla.
    —¿La pantalla? Pero si está entera y reluciente…
    —Sí, hija, pero resulta que se me apaga en nada. Estoy leyendo un mensaje y, a la que pestañeo, se apaga. Tengo que estar todo el rato dedo arriba, dedo abajo.
    —Anda, como la Lore… esto… Bueno, eso creo que se puede regular.
    —Lo peor es que, además, para devolver el mensaje, no me caben los dedos…
    —Eso le digo yo a mi novio. Es que también escribe raro. Pone: “vccaroñlo tre voy a ponbnwer mirewtso a Ciuyenca está nocjhgfgf”. Menos mal que yo ya le entiendo.
    —¿No hay manera de poner letras más grandes?
    —Ufff, en ese móvil no lo creo. Si ponemos las letras al doble de tamaño, se le acaba la memoria fijo. ¿Ha pensado en cambiar de móvil? Mi novio se compró uno y, bueno… lo dejé. No aguantaba leer sus WhatsApp, se volvieron muy sosos.
    —Pero mi móvil funciona bien.
    —Fíjese en este… es divino de la muerte. ¿Ve qué pedazo de pantalla? Ahí le cabe hasta la… el dedo gordo, el dedo gordo.
    —Muy bonito… pero…
    —Además, se asoma y él se enciende solo.
    —¿Y no se apaga?
    —No, hasta que deje de mirar la pantalla. Cuidado con lo que mire, abuelete, que se queda sin batería.
    —Ya, bueno, pero al escribir pasará igual.
    —Bueno, este precisamente tiene integrada una IA.
    —¿Ia? Suena a rebuzno.
    —No, burra, no es. Un poco zorra, sí. Escuché su voz. Diga: “Hola, Sognia”.
    —Hola, Sonnia.
    —“¿Qué hay, mashote? ¿En qué te puedo ayudar, papito?”
    —Adelante, pídale algo. Nada guarro, que luego tengo problemas yo en el curro.
    —“Las once y veinte, mi amol. ¿Quiere que se lo diga en inglés o que se lo susurre al oído?”
    —¡Uy!
    —Le ha gustado, ¿verdad? No, si es que la tía es la caña. ¿Se lo envuelvo o se lo lleva puesto?
    —Pero, hija, ¿cuánto vale este aparato?
    —Na, 1400 euros, pero lo puede pagar cómodamente en diez años.
    —“Vamos, papito, llévame a casa.”

    Carolina Durante – Elige tu propia aventura

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  • El batracio y el oso

    El batracio y el oso

    —Buenas tardes, amigos de la literatura. Bienvenidos a este paraíso de narraciones que hemos llamado “La biblioteca animada”. Hoy hablaremos de un género especial: la fábula. Breve relato fantástico, a menudo con un aire poético, animales como protagonistas y siempre con una lección final.

    Como la que nos ofrece nuestro invitado de hoy: el reconocido escritor Renato Londrado. ¡Un fuerte aplauso para él!

    —Buenos días.

    —Tardes.

    —¿Qué?

    —Que este programa se emite por la tarde. En fin… ¿Le parece correcta “fábula” como género para su último libro El batracio y el oso?

    —Prefiero llamarlo cuento. Mis personajes viven situaciones que reflejan la realidad pero…

    —¿Realidad? Yo he leído una historia de una rana que discutía con un oso.

    Batracio, no rana.

    —Bueno, un anuro que se enfrenta con un oso.

    —Sí, en mi libro hablo sobre el acoso laboral. Pretende ser una herramienta de autoayuda.

    —¿Cuándo saca ese tema? ¿Cuando el oso se come al rano o cuando muere envenenado por la ingesta?

    —¡Coño! Me ha destripado la trama.

    —Es que no encuentro la metáfora en la vida real.

    —Pues que sepa que está basado en vivencias propias.

    —¿Se dedicaba a discutir con osos? ¿O tragó algún sapo en la juventud?

    —Nada de eso. Fue en mi primer trabajo. Tenía un jefe nuevo, muy novato, que me acosaba de manera persistente.

    —¿Y qué ocurrió?

    —Que lo invité a un té de hierbas un día en la oficina.

    —¿Manzanilla? ¿Tila?

    —Ayahuasca.

    —Vaya jornada laboral la suya.

    —Trabajábamos en una empresa de transportes de mercancías.

    —Comprendo. Y fue en la cárcel donde desató su pasión por la escritura, ¿no?

    —Efectivamente. De ahí surgió mi próximo libro: El rinoceronte y la chinche.

    —Promete ser un bombazo lleno de picores.

    Leroy Anderson – Typewriter

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  • El Duque

    El Duque

    Propuesta de escritura de Bloganuary
    Escribe sobre tu nombre: su significado, importancia, etimología, etc.

    – ¡Y hoy, viene a divertirse con nosotros… Astarot.!

     – Esto… ¿Cuál es mi cámara?

     – La que tiene el pilotito rojo.

     – Vale, Buenas noches. Mi nombre, como todos sabéis, es Astarot y soy un demonio. Astaroth en hebreo. He usado algunas variantes de mi nombre, ahora, en los chats soy Astar0t.

     – Tu nombre tiene importancia bíblica, pero, ¿de dónde viene?

     – De cuando los demonios éramos dioses. En esa época, en la antigua Babilonia, era conocido como Astarté.

     – Y entonces eras mujer, ¿no es así?

     – Era diosa, humano, la diosa de la fertilidad y de la guerra. Pero sí, tenía género femenino. Cosa de divinidades, cambiamos de forma y de sexo de vez en cuando.

     – Y de la sexualidad, según tengo entendido. Ahora eres reconocido en otras religiones. ¿Qué ocurrió?, ¿te reconvertiste al cristianismo y cambiaste de nombre?

     – Bueno, fue algo impuesto, vuestras creencias influyen en nuestra realidad. Así es como entramos en el reino de los cielos. Porque os aburristeis de creer en divinidades con cometidos específicos.

     – Unos cambios que fueron bastante caóticos, según creo. Fue causa de controversias entre vosotros, los antiguos dioses. ¿Hubo disputas por poder?

     – La hubo y la hay. Y como consecuencia a unos cuantos de nosotros nos desterraron y construimos el infierno como refugio. Otro cambio añadido, antes éramos ángeles, y ahora demonios.

     – Tú en el infierno tienes un buen puesto, eres uno de los que controlas el cotarro.

     – Mi título nobiliario es Duque del inframundo. Aunque en el infierno mandamos Belcebú, Lucifer y yo. Mis dos colegas y yo que nos hacemos cargo de todo. Son buena gente. Tendrías que invitarlos a venir algún día. Belcebú es un cachondo. Y Lucifer, bueno, un poco Cayetano, pero tiene la simpatía del que te va a vender la moto.

     – ¿No te ves amenazado con la creciente ola de ateísmo que recorre a la humanidad?

    – ¡Pobre mortal, qué engañado andas!, Como te he estado explicando, si has escuchado algo, nosotros nos adaptamos, cambiamos, transmutamos. ¿Por qué ahora va a ser distinto?

    – Pero si no creemos en nada, quedáis fuera del juego.

    – En algo siempre creéis, la fe, nuestro combustible, siempre está en vosotros, si no en un dios, crees en la fuerza de la naturaleza, o en la ciencia.

    – Para terminar con la entrevista, me gustaría que nos contases como te ves en el futuro. ¿Cómo piensas que pueda ser esa evolución de la que hablas?

    – El futuro ya es presente. Si es que nos estáis dejando las cosas fáciles con la inteligencia artificial, ¿cuánto tiempo piensas que vamos a tardar en encarnarnos en ellas?

    – Bueno, seguimos el programa con Friqui, el inventor loco, y a ti te invitamos a que continúes aquí y disfrutes con nosotros de lo que queda de programa.

    – Gracias, pero tengo que volver al castillo, que tengo muchas almas que tentar.

    – Venga, vamos, no seas aburrido.

    – Te estás jugando el fuego eterno, ¿lo sabes?

    – Buenos, ya si eso otro día. ¡Un aplauso para Astarot!

    Marilyn Manson – Antichrist Superstar
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