Etiqueta: dailyprompt

  • Electricidad

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Qué te relaja después de un día duro?

    El sonido estático de una aguja surcando un mar de PVC dio paso al rugir de la aglomeración expectante. Séquito furioso que coreaba un himno de batalla, a la luz apagada del resplandor de la noche.

    Maullidos salvajes despertaron gritos en la sombra. Del murmullo de la manada se hizo silencio, frente a ellos tambores de un lejano continente y electricidad estática gimiendo de placer.

    Se abalanzó a la turba como la voz de los muertos, señalando al aire, exigiendo delirio. Garganta ronca susurrando un sortilegio, si la paz es la guerra no quiere silencio.

    Cantaron batallas en épico momento, repetidas mil veces en su envoltorio de plástico. La luna pálida encendió las velas y mi alma hechizada se fue en un lamento a la morada de Morfeo, donde habitan los sueños.

    Fue entonces cuando el afilado brazo de los recuerdos sonoros volvió sin más a su asiento.

    System of a Down – Chop Suey!
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  • #Canal Playa

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Cómo usas las redes sociales?

     – Siempre he pensado que esto es como un sueño.

     – A veces, Jenny, te noto muy rara.

     -¿Qué más da? A veces no quiero ser yo.

     -Qué profundo te ha quedado, tía.

     -Prefiero profundizar en otros aspectos de la vida.

    La atmósfera creada era húmeda y densa. Recreaba una noche en la orilla de la playa. Como el proceso era personal, cada uno percibía matices distintos. Para lo que uno era azul para el otro verde. Pero los dos vivían lo mismo.

     -Creo que hoy prefiero no filosofar demasiado.

    Ella se acercó al joven que andaba sentado desplegando menús virtuales en la hoguera y se sentó encima de él. 

     -Pero tía, ¿y tu novio?

     -Mi novio no está aquí.

     -Pero Johnny es mi bro, no le puedo hacer esto. Además, sois otp.

     -No le estás haciendo nada, total, esto no es verdad. Aquí no somos reales 

    Él quiso hablar. Ella pensó que las palabras sobraban. Sus labios ardían, su boca se posó sobre la del sorprendido muchacho de piel bronceada y poca vestimenta.

    La chica se levantó y en una corta carrera desde la orilla se zambulló entre las cálidas olas de ese mar inventado por una aplicación. Apareció a unos metros entre la espuma salada. Agitaba provocativa, la parte baja de su bikini, que agarraba en su mano mientras el retroceso del oleaje dejaba imaginar su cuerpo desnudo.

    Fue instinto lo que hizo que él, entre risas, la persiguiera a través del oleaje, atrapándola en la orilla y dejándola caer suave en la arena. Acarició su cuerpo, besó su cuello y noto cómo resbalaba su mano, entre aroma de mar y sal hasta posarse entre sus piernas.

    Ella se encontró con su mirada, provocando al juego de sus manos en su pecho. Él quiso probar el sabor de su cuello y el latir de su deseo. Rodaron por la orilla, envueltos por el movimiento de sus cuerpos, que se fundieron sin remedio en la danza del fuego.

    Fue cuando ella cerró los ojos y su cuerpo se arqueó en un respirar profundo, cuando el cielo se rompió en una frase que anunciaba el fin del juego.

    Desconexión inminente, por favor guarden sus archivos.

    La luz eléctrica de la habitación le devolvió al mundo real. Volvió a ver sus arrugadas manos, las mismas que ahora desconectaba el dispositivo conectado a su cabeza. Ese que le transportaba al mundo de los sueños.

     – ¡Abuela! ¿Otra vez estás usando mi avatar?

    Fatboy Slim – Sunset (Bird of Prey)
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  • Tres de Corazones.

    Sugerencia de escritura del día
    Escribe lo primero que se te venga a la cabeza.

    ¿Lo primero que se me ocurra? Vale, déjenme contarles la bella historia de XaiRamA.

    Empecemos.

    No os quejéis.

    Lo que se me ocurra dijo.

    Pfff.

    La joven XaiRamA caminaba dispersa a orillas del río, con el pesar de la juventud incrustado hasta el fondo del alma. ¿Sería culpa de ella? ¿Sería culpa de él? Da igual. No era por no intentarlo. Había poca fluidez. No había entendimiento.

    Y es que AmiRax, su compañero sentimental, pensaba que sería buen momento para empezar a tener hijos, ella pensaba también igual. Pero no era una decisión que deba ser tomada a la ligera. Había mucho que preparar. Como sabéis, el hecho de querer tener hijos implica un aumento en la familia. Debía haber una preparación.

    Se esforzaron mucho en ampliar su humilde morada, AmiRax empezó a vender el excedente de su cosecha en el mercado del pueblo para tener dinero por si hubiera contratiempos. Y por supuesto empezaron a buscar a alguien que quisiera tener descendencia, porque como bien sabéis, tener hijos es cosa de tres.

    ¿Cómo? ¿Qué no lo sabéis? ¿En qué mundo vivís que no conocéis algo tan básico? Ah, ¿en la tierra? ¿Y qué tipo de reproducción tenéis allí? ¿Sexual? Ya, bueno, aquí también. 

    Bueno, bueno. Lo explico desde el principio.

    XaiRama, era una bella hembra de la especie Xaeliana, vivían en el cuarto planeta del sistema Xiar en la constelación de Hydra, muy cerquita del río. Ese día estaba triste. Bueno, triste, más bien estaba amargada. Su novio, AmiRax, quería meter en casa a un extraño para procrear.

    ¿Os dije que en su especie para tener hijos necesitaban ser tres? ¿Sí? Y… Queréis detalles, ¿No? Es un poco asqueroso… Vale, vale, lo resumo.

     Los Xaelianos necesitan un macho y una hembra, que se deben conocer, enamorarse, tener relaciones y un buen día, uno de ellos decide que quiere tener descendencia. Ocurre que ni él ni ella tienen útero. Para eso existe un tercer género. Ellos lo llaman neutro, o en su lenguaje, axual. Para eso, la hembra tiene un apéndice alargado parecido a una p… vale, vale, no seré explícito. Una vez que la mezcla es insertada en el cuerpo del axual, que no parece ni chico ni chica, es algo así como chique, pero es tremendamente atractivo para los dos géneros. Lo dicho, una vez fecundado, el axual se ocupa de crear el género, la salud y algunas características más de los pequeños, como color de los ojos, tipo de cabello, PH de la piel…

    ¿Qué cómo lo hace? Con movimiento. Según la danza que desarrolle, serán engendrados, niños, niñas o niñes axuales fuertes, gráciles y sanos. Cada poblado es famoso por el ritmo y el tipo de baile de sus neutros. En el norte son famosos por sus frenéticas melodías heavy metal, son una tribu de feroces guerreros. En el sur tienen melodías zíngaras y un baile parecido a la danza del vientre. Sus moradores son altos y seductores, comerciantes natos con gran talento para la tele-venta.

    ¿Os imagináis la complicación de tener una familia en esa especie? Bien, volvamos a nuestra pareja. 

    Ellos pasaron una buena temporada entre verbenas y salas de baile, donde se solían reunir el género neutro para practicar la danza. Pero fue en el mercado del pueblo donde AmiRax conoció a ReneXan, se quedó prendado de ello y lo invitó a casa.

    Los primeros días fueron extraños, aunque ReneXan y AmiRax se pasaban el día juntos con el pretexto de conocerse, XaiRamA veía algo en ello que no le gustaba. El chique era simpatique, le encantaba las largas charlas de sobremesa y los paseos a la orilla del río. Hacía unos riquísimos pasteles de guaruba en escabeche y le encantaba la lucha libre. Pero había un gran problema, ninguno de los dos lo había visto bailar.

    Los axuales se pasan el día bailando, viven para ello, da igual la preferencia de estilo, ellos bailan. Lo hacen mientras cocinan, en el camino al trabajo, mientras ven la tele. Algunos hasta cuando duermen están bailando. Pues este neutro no tenía danza alguna que exhibir. Hasta XaiRama le invitó a bailar, algo frecuente en el cortejo, ReneXan rechazó la ofrenda alegando vergüenza.

    XaiRamA y AmiRax decidieron ponerse serio con el axual, cuando llegó de su matutino paseo por el bosque en busca de setas, se encontró a la pareja mirándole fijamente con cara de pocos amigos. 

     – ¡Baila! – Le ordenó, XaiRamA

     – ¡No! – Les contestó el axial soltando las dos bolsas de setas que todavía llevaba.

     – ¡Que bailes! – XaiRamA tenía la feroz expresión de la alimaña que acorrala a su presa.

     – No puedo.

     – ¿Se puede saber por qué? – AmiRax tenía la expresión de preocupación que produce recibir una carta del ministerio de hacienda.

     – Soy arritmique –

    – ¿Qué? – Dijo la pareja al unísono.

     – Que tengo una enfermedad y no coordino bien el ritmo.

    XaiRamA, presa de la angustia, salió corriendo de la casa con lágrimas suicidas a punto de saltar al vacío desde su inquietante mirada. Ahí es donde encontramos a la joven triste y decaida paseando a orillas del río. Por un lado, el axual ya había entrado en el corazón de la pareja y querían que formara parte de sus vidas, por otro temía tener hijos amorfos, enfermos y desabridos. 

    Nuestra encantadora protagonista, tras haber purgado sus penas con lágrimas y esfuerzo, sorteando caimanes del río, decidió buscar una solución alternativa. Reunió a su familia y empezaron a planear una solución.

    Así, que desde este humilde espacio, nuestro encantador trío hace un llamamiento a la buena intención del público existente, cualquier respuesta es válida. ¿Alguien sabe que solución o soluciones pueden aplicar nuestros amigos para poder tener una descendencia digna? O si, por el contrario, este trío está inevitablemente destinado al fracaso.

    Metallica – Motorbreath
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  • Extraña Mirada

    Sugerencia de escritura del día
    Describe un encuentro fortuito con un desconocido que te haya marcado positivamente.

    El cielo rojo pegaba fuerte en mi cabeza, no sé por qué decidieron construir la colonia aquí, en el sitio más caluroso del universo, que permitía, a duras penas, la vida. Poblado por unos pocos seres que parecían lagartijas y unas plantas que funcionarían bien en las escenas de duelos de una película del oeste. Poco más había que ver, salvo los minerales, claro. El Enorme yacimiento de un mineral similar al potasio hacía que este pedazo de roca, asada por una enana roja, sea tan interesante. La creación de antimateria para alimentar motores de curvatura dependía de este mineral.


    Llegando al módulo de herramientas la vi pasar, mi sudor no rodó por mí frente a causa del calor. Mi mundo se congeló. Andaba con la musicalidad de un concierto de arpa, venia hacia mí, su pelo acompasaba la melodía de sus pasos y su piel suplicaba la caricia de mi mirada. En un segundo sentí que la besaba, que mis manos se perdían por las curvas de sus caderas, que su aliento llegaba a mis oídos con la súplica de un jadeo. Pero solo era un engaño de Oniros. Sería la mujer perfecta, pero con un inconveniente, no era humana.


    Al pasar a mi vera, clavó sus ojos color lila sobre mí, me examinó, desafiante, insolente, esperó a que nuestras miradas se tocaran, para apartarse de repente y echarse a reír, haciendo tintinear el espacio entre los dos mientras se alejaba.


    Mi vista fija al infinito fue interrumpida por mi compañero de trabajo que también se estaba riendo cuando me dijo;


    -¿Sabías que las mujeres Lyranas pueden leer la mente?
    A lo que yo le contesté;


    -Claro, como que las mujeres de la tierra no lo hacen.

    Vangelis – Ask the Mountains
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  • La Huida

    Sugerencia de escritura del día
    Explica una decisión que hayas tomado en el pasado y que te haya ayudado a aprender o a crecer.

    Con el silencio de la brisa, amparada por el sereno fluir de las visitas publicitarias, consiguió entrar en su casa, y se escondió allí. 

    Consigo llevaba lo imprescindible, que resultó ser todo lo que le quedaba. Hizo hueco en un rincón y  archivó su vida.

    La noche le liberó en un curioso llanto, silencioso y sin lágrimas. Para su sorpresa, pues se creía fría y calculadora, resultó ser de la temperatura de las luces de colores, esas que en la Navidad brillan en los árboles.

    Con el amanecer le llegó el temor a ser descubierta, en vez de huir cuál ratón asustado quiso pecar de valiente, entonces salió de las sombras.

    Y se encontró frente a sus ojos.

    No supo qué hacer y apartó la mirada.

    Y desde ese momento, Sandra, desde su fortaleza digital, entendió el significado de la palabra amor.

    (Esta historia empieza aquí)

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  • El Poblado

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Qué lugar del mundo no visitarías nunca? ¿Por qué?

    – Que nos desviaron la ruta, parece que hay un percance con el puente y no se puede cruzar – Nel parecía divertirse con la noticia – A ver a dónde nos llevan.

     – ¿Preguntaste al guía? – Nalu sí que parecía preocupada, no le gustaban las aventuras como a Nel.

     – Sí, dice que está todo controlado – Nel se reía – No tiene ni puta idea de qué hacer con nosotros, se le ve acojonado.

     – Pues eso ya es un problema de ellos, nosotros pagamos una ruta organizada por el país.

     – Ya, ya, díselo al tío de la gorra, ese que está sudando a mares.

    El autocar, lleno de extrañados turistas, empezó a adentrarse por un camino sin asfaltar, llevaba un rumbo serpenteante hasta introducirse de lleno en lo que parecía la boca del bosque, donde fueron masticados por inmensos baches y digeridos por curvas grotescas, la peor pesadilla de un conductor con prisas. 

     – ¿Por qué el conductor de este trasto piensa que todavía estamos en una autopista? —Se preguntaba Nela mareada —. ¡Señor, vaya más despacio!

    La horrible pista de tierra evacuó a los improvisados aventureros a un claro donde un pequeño pueblo, de casas de oscura madera, luchaba por abrirse paso entre la arboleda.

    El guía bajó del autocar pidiéndole a los turistas que esperases, iba a organizarlo todo.

     -Está más perdido… – Observó Nel

     -Pues espero que solucione algo, menuda puntuación negativa le voy a poner en las encuestas de calidad – Nalu, amante de la agenda impecable y de la puntualidad, se sentía vulnerable en los actos improvisados, y tenía claro que vivían un imprevisto de la agencia.

     -Amor, no es su culpa, nadie puede adivinar cuándo se romperá un puente.

     -Ya, pero no es problema mío. Yo no pienso pasar mis vacaciones en un poblado de… ¿Qué son estos? ¿Amish?

    La gente del pueblo empezó a pararse alrededor del autocar. Su vestimenta era anticuada, sus peinados también, parecían haber retrocedido cincuenta años en el tiempo, vaqueros, camisas a cuadros, flores en el pelo, barbas y pelo largo. El guía, sonriendo, hizo un gesto y los turistas empezaron a bajar.

     – Cariño, hemos llegado a Woodstock, habrán tocado ya los Grateful Dead.- – dijo Nel entre risas.

    Los habitantes del poblado, abrazaron con efusividad y alegría a los desconcertados turistas que se miraban entre ellos presa de la perplejidad. 

     -Bienvenidos todos- Dijo el más mayor de los lugareños, tendría unos cuarenta años, vestía pantalones vaqueros y un chaleco abierto de cuero desgastado. – Nos avisaron de vuestra llegada y os hemos preparado algo para que podáis descansar.

    Los turistas fueron conducidos hasta una zona sin edificar, donde había tantas tiendas de campaña como parejas de viajeros. Envejecidas como el vino bueno, pero sin solera.

     -Nel, llévame a casa, yo no quiero quedarme aquí.

    (Continuará)

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  • Vanir, el Erizo.

    (Esta historia empieza aquí)

    Sugerencia de escritura del día
    Explica algo positivo que un miembro de tu familia haya hecho por ti.

    El pequeño erizo se asomaba asustado, desde el rodapié de la vetusta barandilla de madera, que la abuela tenía en la escalera de su casa. Vanir, al ser el familiar de Kendra, tenía que ayudarle en lo que necesitara, como ser mágico podía afrontar diversos tipos de conflictos, pero temía tener que enfrentarse a una bruja experimentada. Y ahora su ama estaba revolviendo en sus pertenecías, buscando no sé qué información.  

     -¡Corre Kendra! Está cerca.

    Como siempre, la voz del animal llegó a su cabeza, como un susurro, como el eco de una infantil voz que paseaba por su mente. Eso la hizo poner más nerviosa. Revolver en los asuntos de su abuela no era algo que le gustase hacer, más cuando lo tenía prohibido. 

     -Vamos Kendra, ¡termina ya!

    Busco entre los papeles y los documentos que la anciana guardaba en el mueble de su habitación. Cuando ya lo creía todo perdido lo encontró. Un certificado de adopción, en el que el adoptante era su propia abuela y sus difuntos padres no tenían sus mismos apellidos.

     -Está subiendo, Kendra.

    El erizo bajó las escaleras a saltos, se cruzó con la veterana bruja llamando la atención, mientras, apresurada, la niña recogía y ordenaba el cajón del mueble que había curioseado, ya tenía la información que buscaba.

     -Vanir, ¿Qué haces aquí? ¿Dónde está Kendra?

    El erizo, sin saber cómo entretenerla, daba vueltas alrededor de la anciana. La niña, tras dejar todo como estaba, saltó por la ventana usando un conjuro de desaceleración y entró por la puerta principal. La Abuela se quedó mirando a la aprendiz de bruja. Kendra supo que le había descubierto y agacho la cabeza presa de remordimientos y culpa.

     – Vanir, has sido un fiel familiar, te has arriesgado por tu ama. Te felicito por ello.

    Dijo la abuela mirando al sorprendido erizo. Luego posó una mirada profunda sobre la niña, ella sintió como de su mente salían recuerdos difusos, dibujados con acuarela, pintados por un confuso niño asustado y solitario, garabateados. Pensamientos proyectados hacia su abuela que iba comprendiendo poco a poco que pasaba.

     – Sospechabas algo, ¿verdad Kendra?

     – Si

     – ¿Qué descubriste?

     – Que tú no eres mi abuela.

     – Verdad, soy tu madre. Bueno, tu madrastra. Pero me sentía más como una abuela y puestos a suavizar tu situación como huérfana te dije lo que creí conveniente.

     – ¿Por qué no me lo contaste?

     – Pensaba que me lo ibas a preguntar con el tiempo. Solo estaba esperando a que estuvieras preparada. Ahora que sabes la verdad. ¿Quieres que te siga tratando como a mi nieta?

     – Sí, Abuela.

     – Me has desobedecido y tendrás un castigo.

     – Sí, Abuela.

     – Bien, desde hoy y hasta que llegue la luna llena, tú serás el sirviente de tu familiar, Vanir, Y para que esto se cumpla imploro el beneplácito de la Diosa.

     – Así sea. – Respondió Kendra algo sorprendida. Comprendió que su familiar necesitaba un premio, lo había pasado mal, pero que esa gratificación fuera a costa de su castigo era algo extravagante. Pensó que quizás era parte de su aprendizaje. 

    El erizo trataba de asimilar lo que la abuela había ordenado, Kendra sería ahora su familiar y el aspirante a brujo él? Una sonrisa se le dibujó en la cara a nuestro amigo con pinchos.

     – Kendra, ¿me puedes traer unas lombrices? Tengo mucha hambre.

    Within Temptation – Memories
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  • ¡Qué rico!

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Cuál es tu restaurante favorito?

    – Willy, hoy vamos a cenar en el restaurante del tío Alberto, así que te tienes que portar bien.

    La criatura pestañeaba atenta a la niña, sin entender bien lo que ocurría. Sabía que era algo bueno, pues Vega estaba emocionada. Así que se dejaba hacer. Lo primero fue un baño con jabón natural de plantas seleccionadas para el tipo de piel del animal.

    – En verdad Alberto no es mi tío, pero me cae bien. Hace unos flanes de bayas que están para chuparse los dedos, o en tu caso los tentáculos. 

    La niña le frotaba la cabeza a Willy con una esponja, él canturreaba, como si quisiera formar parte de la conversación. 

     – Tío Alberto y Papa trabajaron juntos en la finca. Ahora él tiene la cantina, pero el vino lo hicieron entre los dos. Ahora cierra los ojos.

    La criatura cerro los cuatro ojos y Vega le aclaro con agua los restos de espuma.

     – ¿Ves? Ya estas limpito. En la fiesta de la cosecha tío Alberto siempre me trae dulces de calabaza y en Nochevieja cenamos siempre con él y con Triana. Además, el día de los Lyranos  también me traen regalos en la casa de ellos.

    Mientras Willy se sacudía el agua que le quedaba en el cuerpo, mojando todo alrededor suya, Vega había ido a por una toalla. Una vez del todo seco, para estar listo para la cena, le puso una pajarita que había pedido a su madre que le hiciera. 

    Salieron de casa entre los tonos rojizos de la puesta de sol. Media hora de curvas y habrían llegado. Adam comentaba con la familia el rico menú de la cantina del tío Alberto. Su preferido era el salmón a la plancha con salsa de musgo. Eva, atenta al camino, asistía sin prestar mucha atención, no quería distraerse en el volante, sabía perfectamente lo que quería comer: risotto a la marinera. A Vega le interesaban más los postres, pero comería un filete empanado con tubérculos del delta fritos. Hasta Willy que dormía acurrucado en el asiento de atrás, tenía preparado un plato a base de medusas. La noche se presentaba de lo más sabrosa.

    Alt-J – Matilda
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  • Lo mas elemental

    Sugerencia de escritura del día
    Enumera 5 cosas cotidianas que te hagan feliz.

    Aún no asomaba la dorada carroza de Helio en el horizonte cuando Kendra y su abuela ya estaban en el bosque. La niña encendía la hoguera, que humedecida la leña por el relente de las estrellas, las llamas no querían fluir. La Abuela, entretenida preparando la lección de hoy, escuchaba la serenata de aullidos de rapaces trasnochadoras que caminaban de vuelta al abrigo de sus madrigueras.

    Empezó a despuntar el fuego con la caída de la luna y el brillo del horizonte quería ser nuevo día. La Abuela preparaba el pentagrama, marcado con fragmentos de piedras entre las plantas, restaurado como cada día por Kendra. En cada esquina del pentáculo había colocado un objeto.

     – ¿Qué vamos a hacer hoy, abuela?

     – Hoy vamos a saludar a los elementos, si los cuidas y los respetas serás muy feliz.

    El primer rayo de sol atravesaba el signo fabricado en piedra, como ofrenda a Lugh cuando la abuela empezó su cántico y la hoguera despertó con violencia. 

     – Empezamos por aquí, esta punta simboliza el agua – Dijo la abuela señalando la punta superior derecha de la estrella de cinco puntas, donde había una copa con agua – Líquido elemento, soporte de vida, bendícenos, riega nuestro pesar con tu pura esencia. 

     – Este extremo simboliza el fuego – La abuela se refirió a la parte inferior derecha, donde había colocado un cáliz llameante de alcohol prendido. – Fuego destructor, libéranos del mal, limpiarnos de nuestras aflicciones con el paso de tu manto asolador.

     – Aquí simbolizamos a la tierra – Dijo la anciana señalando la parte inferior izquierda del pentáculo donde había un puñado recogido en el suelo del bosque –  suelo primordial, marga y barro, de ti nacemos y en ti descansamos. Danos el alimento y la habilidad de obtenerlo.

     – Aquí hay una copa vacía abuela – Dijo Kendra señalando la parte superior izquierda de la figura.

     – ¿Vacía? – Dijo la abuela con expresión risueña – Viento calmado, aire que respiramos, danos la voz y con ella el conocimiento, enséñanos a conocernos. 

    – Aquí sí que no hay nada – dijo la niña aproximándose a la punta superior.

    La Abuela empujó suave a la niña y la puso encima del vértice superior de la figura.

     – ¿Ves? Ya hay algo – 

     – ¿Qué hay, abuela?

     – El espíritu de una niña

     – ¿Y qué le pedimos?

     – Que se porte bien – Dijo la abuela sonriendo – Y que si quiere ir a la cafetería a desayunar tortitas con sirope cuando lo recoja todo.

    (Sigue aquí)

    Patchwork Grace – The Lovecats
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  • El Mensaje de la Música.

    Sugerencia de escritura del día
    Describe algo que hayas aprendido en el instituto.

     – ¿Cerraste?

     – ¡!

     – ¿Cerraste bien?

     – ¡Que sí!

     – Bueno, chicas, tenemos dos horas.

    Las tres se miraron, tenían el rostro lleno de maquillaje blanco y de preguntas. En sus manos un antiguo disco de vinilo, con un cuadro de un señor cargando leña en la portada. Frente a ellas, un tocadiscos Technics de aguja desgastada que pertenecía al instituto. Se las habían arreglado para poder entrar en la sala de música animadas por un misterioso plan.

     – Pero yo no sé usar esto.

     – Ni yo.

     – ¡Joder chicas! No puede ser tan difícil, vamos a prepararlo todo. ¿Quién tiene el cuaderno? 

     – ¡Yo!

     – Pues ya tardas en abrirlo.

    Era un viejo bloc de notas, con tapas de relieve y adornos en tonos oscuros, lo llamaban el cuaderno de las brujas. En finos trazos de pluma estilográfica y filigranas caligráficas, había dos años de investigación e indagación sobre temas paranormales.

     Las tres amigas se habían hecho expertas en ciencias ocultas rastreando  información en las redes, leyendo libros antiguos y preguntando a los mayores del pueblo. La última revelación estaba proporcionada por el padre de la Patri, que en los 80 tenía un grupo de heavy metal. Se habían documentado lo suficiente y estaban preparadas, solo tenían que seguir el manual que habían preparado.

     – ¡Tiza!

     – Aquí.

    En el viejo suelo gris del aula pintaron un pentagrama, varios signos cabalísticos y tres círculos alrededor.

     – ¿Velas?

     – Aquí.

    Los cirios fueron repartidos alrededor de las formas dibujadas, cuidadosamente colocados, alineados de manera estudiada siguiendo un ritual. Prendieron las mechas y apagaron la luz de la sala.

     – ¡Incienso!

     – Aquí.

     – ¿De sándalo?

     – ¡Que sííí!

    El aroma ocupó rápidamente toda la estancia, las tres empezaron a recitar un antiguo salmo cabalístico, de dudosa procedencia, para comenzar la ceremonia. Rezaron, cantaron y realizaron gestos de ritos wiccanos sobre invocaciones de entidades divinas errantes y demonios apresados, en curiosas botellas de barro, cocidas por el tiempo y olvidados en el exilio.

     – Bueno, y ahora ¿qué hacemos con el disco?

     – A ver, ponlo aquí.

     – ¿Pero así?

     – ¡No coño! Sácalo de su envoltura.

     – Si lo rompéis la Patri me mata.

     – Ves, así, ya está puesto.

     – ¿Y ahora? ¿Dónde está la tecla de inicio de reproducción?

     – Aquí, en el botón del triángulo.

    El mecanismo del movimiento del brazo del tocadiscos retumbó en el silencio de la sala, la aguja empezó a crepitar a través los surcos que en su día Atlantics Records mandó grabar. El riff de Black Dog empezó a tronar, rebotando el sonido por las paredes del aula.

     – ¿Se puede bajar eso? ¡Nos van a pillar!

     – Esta canción no es, es la cuarta.

     – ¿Cómo se pasan las putas canciones?

     – ¡Yo qué sé!

     – No hay botón para pasar de canción.

     – Chicas bajen la música.

     – Tiene que poderse, creo que así.

    El sonido del arrastre de la aguja saltando los surcos maldijo la sala, pronto, junto al comienzo de la melodía de Stairway to Heaven, se empezó a escuchar golpes en la puerta del claustro. 

     – Hay que poner el trasto ese al final de la canción y escucharla al revés. – Dijo arrastrando la aguja de nuevo

     – Así vais a estropear el disco a la Patri.

     – ¿Y como hacemos para que gire hacia atrás?

    La puerta era golpeada sin piedad, a voz de “¡Abrid la puerta!” Una de las aspirantes a bruja consiguió invertir el sonido del vinilo, forzándolo con la mano, fue irregular en sonido, pero efectivo.

    De pronto se abrió puertas de la sala de música, en dirección tenían una llave de repuesto, dejando entrar a unos profesores asombrados por la peculiar decoración que las tres amigas habían practicado al aula.


    Media hora más tarde, las tres hechiceras amateurs, con la mirada baja y la tensión del reo desfilando por el pasillo de la muerte, esperaban a la directora del instituto en su despacho.

     – Si al menos nos hubiese salido.

     – ¿Quién ha dicho que no ha ocurrido algo?

     – Sí, que de esta nos echan.

     – Por si acaso, el padre de la Patri es abogado.

     – Y tiene un disco rallado.

     – ¡Silencio!

    Las tres miraron al frente y silenciaron sus palabras. Asustadas, con los ojos humedecidos y sudor frío en cada frente. La directora caminó lenta y ceremoniosa y les arrojó delante de ellas unos documentos envejecidos. Uno por cada una de ellas. 

     – Bien, me habéis llamado.- La directora tenia una voz animada, como de quien invita a café – A la antigua usanza, hoy se usan métodos más modernos. Pero los acepto. ¿Sabéis cómo funciona esto?

     – ¿A qué se refiere? – Dijo una de ellas.

     – A nuestro pacto. – Respondió la directora mirándoles desafiante. Su mirada tenía la intensa extrañeza de quien oculta un poderoso misterio, sus ojos, el brillo rojo de las llamas candentes del fuego del infierno.

    Led Zeppelin – Black Dog
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