Etiqueta: dailyprompt-1956

  • La confesión

    Sugerencia de escritura del día
    Describe una cosa sencilla que hagas y que aporte alegría a tu vida.

    Apresurando el paso, recorrió con la mirada los bancos de la iglesia, no encontró a nadie. Pensó sobre el declive del catolicismo y continuó su búsqueda, tampoco había nadie allí. Dio con una pequeña caseta de madera, supuso que era el confesionario y tocó en la puertecita del lateral.

      – ¿Padre Anselmo? ¿Es usted?

     – Sí señorita, por la ventanilla, por favor.

     – OK, Padre Anselmo…

     – Qué clase de educación es esa. Ave María purísima, ¿no?

     – Vale, sí, ave María purísima. Es que…

     – Sin pecado concebida. A ver, cuénteme…

     – ¿Qué le cuente? ¿Qué le cuente qué?

     – Madre del Amor Hermoso, pues ¿qué va a ser? Sus pecados.

     -Bueno, pues le cuento. Esta noche me acosté con alguien que no era mi novio.

     -Pero hija, ¿qué edad tienes?, si eres casi una niña.

     – No, padre, tengo 23 años, ya tengo edad de pecar. ¿Le vale?

     – Si, hija, ¿y qué más?

     – No me va a decir que con lo deprisa que vienes va a ser el único pecado.

     – Es verdad, padre, me ha pillado.

    “Hace un año comencé una relación saludable, fue con mi primo, pero creo que eso no entra en pecado. Descubrimos el sexo juntos, al principio tímidamente. En poco tiempo quisimos experimentar más, diferentes posturas, diferentes juegos de identidad, ya sabe, la conejita con las orejas gachas y el granjero con la azada tiesa. Juegos de lo más inocente hoy en día. Pero no nos satisfacía, así que decidimos grabar videos y enviarlos a desconocidos, a veces por dinero, otras por pura pasión. O vicio, llamarlo como quiera.”

     – Pero hija, eso es pecado mortal, vas a tener que rezar cinc…

     – Perdone, Padre, pero todavía no he terminado. 

     -¿Todavía hay más?

     – Si, padre, ¿no quería más? Pues ahí lo tiene, ha desatado a la bestia.

    “ Pronto empezamos a juguetear con otras formas de placer, nos vestimos de cuero y látex, usábamos látigos y cadenas. Yo lo trataba como un perro, él me hablaba con respeto y eso lo volvía loco. Pero a mí no me gustaba, así que empecé a conocer a más gente. Ayer mismo, como ya sabe, quedé con uno de ellos. Que resultó ser su padre.

     – ¿Mi padre?

     -No, Padre, el de mi chico. ¿Quiere que le cuente los detalles?

     – Válgame el señor. No.

     – ¿Y hablando de Padres? ¿Sabe lo que realmente me hace hervir la sangre? Los señores con sotana. Me ponen mucho.

     – Vale, hija, ya está bien. ¿Realmente has cometido tales atrocidades?, ¿Son ciertas las historias que me estás contando?

     – No, Padre, soy de la empresa de paquetería que ha contratado la Diócesis. 

     – ¿Cómo?

     – Que venía a entregarle este paquete, pero como insistió, le quise dar una ración de pecados. Firme aquí, por favor. Y rece tres Ave María, que le va a hacer falta.

    Anuncios
  • ¡Vamos a dar una Vuelta!

    Sugerencia de escritura del día
    Describe una cosa sencilla que hagas y que aporte alegría a tu vida.

    Enrique no te entretengas ahora, baja ya coño, que tengo que estar tirando siempre de ti, si es que no se puede contigo, nos estamos perdiendo un día precioso. Hay montones de chicas paseando, niños jugando, y motos, están pasando las motos más fabulosas, escucha que ruido hacen. Venga, vamos bajando.

    Por aquí, vamos, por aquí, es mejor. Que no seas tozudo, Enrique, ostias, que  las chicas andan por aquí. Que terco que eres, venga, vamos por donde tú quieres, contigo es perder el tiempo. Será que no sé qué lo que quieres es cruzarte con esa rubia que también le da por salir a esta hora. En fin.

    Ah, ya comprendo, el estómago manda, ¿no? Vas por la calle que huele a comida, Oye Enrique, ¿has desayunado hoy? Yo sí, pero es que con este aroma da hambre, ¿Vas a comprarte algo? Ya veo, yo te espero aquí sentado.

    Oye, qué buena pinta, ¿me das un poco? Qué rico, gracias Enrique. Venga, vamos por allí que es donde se han ido las chicas. Joder Enrique, que es por aquí. Así me gusta, que me hagas caso, coño ya, tanto tener que tirar de ti. Si lo hago por tu bien, sé la cara que pones al verla, si te cambia hasta el olor cuando pasas al lado de ella.

    Enrique, mira, a la derecha, fíjate que tres. Joder como están. Espera hombre, déjame decirles algo. A claro, que tú solo quieres ver a la rubia, en fin, la verdad es que solo me miran a mí, uno que tiene su atractivo. ¿Tú? Eres más bien feillo, como no les pongas más gracia, no te vas a comer una rosca.

    ¡Coño, un gato! Déjame, déjame ir. No, hombre, sé que andas desesperado por encontrarte con  la rubia, pero, fíjate, es un gatito. ¿Me ha bufado? Espérate que le parto la cara, pero no me agarres. Cabrón, vas a bufarle a tu madre. 

    Un momento, Enrique, que voy a firmar en esta pared. Me ha quedado que ni en el metro del Bronx tienen un mensaje mejor. Ahí tenéis, churris, un mensaje en una botella.

    ¿Ya volvemos a casa? No, que corto el paseo, en fin, me echaré una siesta en cuanto lleguemos, no hay cosa que relaje más que pasear a tu humano. ¡Eh!, ¡mira tío! ¡La rubia! Venga, yo le hago una gracia y tú hablas con ella, ¡corre!  

    Poison – Nothin´ But a Good Time
    Anuncios