Etiqueta: CuentoOscuro

  • Noche sin rosas

    Noche sin rosas

    Él adoraba la noche y a sus habitantes. Se sentía muy cómodo inmerso en el flujo de tránsito, de ruidos y de excesos. Se creía estrella y brillaba por si hubiera que serlo. Esta noche salió a la calle y quiso que fuera cierto. Oro en la sonrisa, brillo en el pelo, tinta en el cuerpo. Ruido de motor quebrado en un coche nuevo. Sonido viejo filtrado en un destello y golpeado sin piedad por el timbal de lo obsceno. Así salió de casa, volvería acompañado de un deseo.

    El deseo se presentó en la barra, le sostuvo la mirada y le cogió de la mano. Él quiso invitarla, ella dijo que no necesitaba hacerlo. Él quiso bailarla, ella dijo que no perdiera el tiempo. Que para lo que quería no sobraba tiempo. Vamos, la suerte es tuya, abandonemos este infierno. Vamos a lo que queremos, sin artificios, solo sexo.

    El camino fue rápido, rugiendo. Se pararon en la puerta para exhibirse a los vecinos. Entraron, y no fingieron. No sonó una balada, no hubo rosas en la cama, ni última copa, ni siquiera hablaron. Simplemente se aparearon, hasta que las fuerzas fallaron y venció el sueño.

    En los primeros rayos de la mañana, ya no había glamour, brillantina, ni alarde de caza. Tan solo un hueco en su lado de la cama. Había una carta escrita deprisa manchada del carmín que nunca rozó su boca.

    Querido desconocido:

    Ayer no fui yo, solo mi sombra. Salí a cazar y tú eras mi presa. Y te portaste como lo que eras. Una liebre enseñando su pelaje nuevo, abatida de un disparo fuera de su agujero. Un pavo real, con cola abierta entre colores extraños. Músculos sobre piel con olor a rancio.

    No me malinterpretes, no lo pasé mal, aunque hubiera sido mejor si yo hubiera querido más. Pero no lo necesitaba. Ya estaba llena de lo que necesitaba de ti. Por eso me fui, lejos.

    No buscaba compañía, ni ternura, ni futuro a tu lado.
    Solo tu herencia, tu material genético.
    Tu semilla.
    Espero que haya prendido.
    Quizás en buenas manos hasta podría ser perfecta.Y aquí me despido.
    Hasta nunca, cretino.

    Portishead – Roads

    ¿Crees que hay encuentros que deben vivirse sin ataduras ni explicaciones?

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  • La princesa de la coraza oscura

    La princesa de la coraza oscura

    Esa tarde la volví a ver.
    Pequeña princesa despojada de casta, de los silencios entre notas y de la oscura desdicha.
    Liberándonos del germen en su oculta morada.
    Herida de muerte por el poder de mi raza.
    Pero vivirá para siempre, aunque le quieras dar caza.

    Me asusté al verla, sin sus tinieblas, bajo la luz fría de los cables de trenza.
    Agonizaba un sortilegio de terrorífica presencia.
    Y supe de su miedo en sus alas de hada.

    —Te propongo un pacto: yo pasaré y tú no te moverás —cantaba mi hechizo—. De esa forma tú vivirás.

    Pasé al lado de esa forma esquiva, de coraza negra.
    Bendije las paredes para que corriera.
    Y, para cumplir mi promesa, me despedí de mi princesa de antenas negras.

    Nox Arcana – Fairy Tale

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