Categoría: sueños

  • El Cubo

    Este relato forma parte del reto propuesto por Juli Ramos, pulsa en el nombre para acceder a su blog.

    La palabra elegida es ergonómico.

    El diseño de la máquina era tan simple que no entendía bien el porqué de unos asientos tan sofisticados. En sí era un cubo de color blanco y frío como la nieve, uno de sus lados hacía de puerta,  dejaba ver un interior liso, sin mandos ni monitores. En el centro había un solo asiento, ergonómico como el de un deportivo de alta gama, con sus cinturones de seguridad incorporados.

     -¿Hace falta tanta comodidad para un trayecto tan corto?

     -Siéntese, ya lo comprobará.

    La máquina había anunciado ya una cuenta atrás. Tomé asiento y me abroché, por inercia, al sistema de sujeción. Estaba absorto, acariciando el asiento, maravillado por el tacto de cuero del sillón cuando cerraron el artefacto y empezó a activarse.

    La iluminación interior se hizo tan potente que no me dejaba ver nada. No había movimiento aparente, tan solo un sordo zumbido blanco como la máquina. Aunque no se estaba desplazando, sentí inercia en mi cuerpo. Todo daba vueltas a mi alrededor, tenía la sensación de caer desde lo alto de un edificio, una montaña rusa sin movimiento que me hacía agarrar con fuerzas al preciado sillón.

    La luz se apagó y yo estaba rendido, en el sillón, sin fuerzas para levantarme. Contemplaba desganado la apertura del cubo, donde se asomó una mujer con la misma bata blanca de loa operarios que dirigían el experimento, allá, en el otro lado.

     – Buenos días, señor Orellana, acaba de dar un salto a cuatrocientos sesenta y seis años luz de su origen. Tómese su tiempo para levantarse de su asiento, le será más cómodo aclimatarse a su nueva gravedad.

    Kim Dracula – Industry Secrets
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  • Plantarme

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Qué te gustaría hacer cuando te jubiles?

    El despacho del líder del poblado era ostentoso, pulcro, muy ornamentado, con figuras tribales y cuadros de los personajes célebres. Arhs´im aguardaba paciente, un tanto desganado, a recibir una ya esperada noticia. 

    – Hermano Arhs´im, sabemos que en unos días va a cumplir noventa años, como usted sabrá, hemos de pensar en celebrar su día del plantado.

     – Así es, ya lo tenía presente y he estado meditando sobre ello.

     – Bien, ¿le queda algo pendiente de solucionar?

     – No, mi vida está en paz, puedo aceptar cualquier fecha.

     – Según nuestras leyes, usted puede elegir el sitio exacto donde ser plantado, es una ley sagrada y como tal preservaremos su integridad con nuestras vidas si es necesario. 

    Arhs´im se quedó pensativo, el proceso era muy sencillo, las personas que alcanzaba cierta edad eran depositados en un agujero excavado en el lugar elegido, donde ocurriría la transformación. 

    El ciclo de la vida de su especie era un tanto peculiar, nacían de las semillas recogidas de sus frutos, la asociación de madres cuidaban de los pequeños, según crecían debían ir a la institución, allí eran educados y orientados para desempeñar un trabajo. 

    Solo los que llegaban a viejo podrían transformarse en árbol, y, por tanto, solo ellos podían reproducirse, el lugar que elegían para plantarse y crecer era muy importante. Era imposible saber a quién ibas a lanzar tu polen y quién iba a fecundar tus flores, eso era misión del viento y los insectos de la zona, así que normalmente se agrupaban en bosques con los árboles de las personas más afines, a los que llamaban familia. 

     – Ya había pensado el sitio donde plantarme.

     – ¿Lo tiene marcado en algún mapa?

     – No, es muy fácil de ubicar, le puedo enseñar donde.

     – ¿Está muy lejos? Esta mañana tengo muchos asuntos que atender.

     – No le robaré más de cinco minutos.

     Los dos, salieron del despacho y se dirigieron a la salida del edificio del concejo, justo al salir Arhs´im señaló al suelo.

     – Quiero ser plantado aquí.

     – Pero, no puede ser, esto es la entrada del concejo, no puede bloquearla.

     – ¿Ah, no? ¿Qué ley me lo prohíbe?

     – Ninguna, pero es de sentido común, nos dificultará mucho la entrada.

     – Es mi decisión, y es sagrada, nadie se puede negar.

     – Sí, pero ¿Por qué?

     – ¿Recuerda que quise abrir mi propio negocio y no me lo dejaron iniciar? ¿Cuándo sentí la necesidad de viajar a otras aldeas y no se me permitió? ¿Cuándo quise cambiar de profesión y me puso tantas trabas? 

     – Sí.

     – Bien, ahora soy yo quien os cerrará las puertas.

    Anathema – Lost Control
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  • 1998

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Qué es lo más antiguo que sigues utilizando hoy?

    Abrazados, exhaustos, con el alma henchida y la piel erizada por el momento, los dos escuchaban la melodía que llenaba la habitación. El humo flotaba en la oscuridad, rota por el reflejo de la luna llena, que curiosa, se asomaba por la ventana.

     – ¿Cuántas han sido?

     – ¿Qué?

     – Que con cuantas has estado.

     – ¡Buff!

     – ¿Muchas?

     – Recuerdo el nombre de cinco.

     – ¿Y las que no recuerdas el nombre?

     – Alguna más.

     – ¿Y a mí? ¿Me vas a recordar?

     – A ti te recordaré por esta canción.

    Scorpions – Hollday
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  • Tarde de Verano

    Sugerencia de escritura del día
    Describe uno de tus momentos favoritos.

    El silencioso brillo de la pantalla, lluvia eléctrica, vísperas a festivo de cansancio acumulado, hace que mis parpados pesen, tanto, que me rindo y abandono, que sean otras manos las que me gobiernen, hoy, en mi descanso. Es un buen momento cuando yo lo consiento.

    Luz de tu mano en mi deseo, calor de tu piel refrescada por la brisa, que trae sabor a mis labios, que desordenas mis recuerdos. Mil veces soñé contigo y nunca vi tu rostro. Hoy me visitas de nuevo, esencia de ruborizadas mejillas que se adentra en caricias y me pide salobre bocado de pomácea prohibida, denso respirar que pretende que gimas, ritmo melódico de danza tribal que acelera el movimiento de mis dedos resbalando, sin freno, con el descontrolado control que iza tu espalda convirtiéndola en puente.

    Intensa ofrenda que se revela, dulce licor derramado saboreado en ritual, devorándote lento, en la espiral imperfecta que hace que cierres tus ojos y tenses tu cuello. Delirio de encontrarme dentro, profundo, latiendo rápido en movimientos lentos de enredo de tu cuerpo y en mi mirada, tu pelo.

    Muerte brusca de ardiente anhelo, el resucitar de brillante tarde de aburrido verano, agonizando en la luz monótona del parpadeo televisado, mientras en un suspiro pienso y te olvido. 

    Guns N Roses – Estranged
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  • La Imagen

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Qué cosas importantes te han sucedido hoy?

    Desde lo alto del acantilado, Tanausu y su hermano vigilaban la costa mientras cuidaban los animales, gracias a conducir su pequeño rebaño de  escuálidas cabras, conocían los atajos de la zona, así que a poco estaría en la playa, algo extraño había en la orilla y quería ver que es. 

     – Vamos Adirán.

     – Sí, pero espera.

     – Date prisa gandul.

     – Vale, pero no corras.

    La pequeña cala de callaos, solitaria como siempre, tenía hoy la extrañeza de algo fuera de su lugar. Justo en medio, donde más rompían las olas, encima de un enorme tablón de madera, había una figura femenina de poco más de un metro, que sostenía un bebe en un brazo.

     – ¿Qué es eso Tanausu? ¿Qué hace aquí?

     – Yo qué sé, está hecha de madera. Es una mujer.

     – Pero, ¿Quién es? 

     – Parece una diosa.

     – Es Chaxiraxi seguro que es ella, Que viene a protegernos de Guayota.

     – No sé, vamos a contárselo al Mencey, ¡Venga! ¡Corre!

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  • Jamas

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Qué te apasiona?

    Ella me dijo que no era mía. 

    Que jamás lo fue. 

    Que jamás tendría dueño. 

    Me dijo que era de la luna y del sol, navegante de océanos, vendaval de la orilla que hincha sus velas a suspiros, llevándola a la deriva, donde no llega la primavera. Era del aire y del cielo, donde volar de noche, cuál pardela, donde sus cantos se escuchan y se pierden, en la senda del viento. Siguiendo la luz de las estrellas, siguiendo el rumor del firmamento.

    Ella me dijo que era de la brisa en calma, de la lluvia, de las oscuras nubes que descargan su frío, deshaciendo la tierra con sus lágrimas, derramándose incontroladas en río. En la plenitud del delirio de la arena formando limo, donde nacerán las flores de colorido prado cuando el mal tiempo se haya ido. 

    Me dijo que era libre y que si yo quería podía quedarse conmigo. Yo me quedé mudo, pero ella, que sabía de mí, devorando ideas varadas, arremolinando la cadencia de mi pensamiento, se quedó allí, junto a mí, contemplando cómo me desbarataba en verso.

    Kurt Cobain – Across the Universe
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  • Escarcha de Invierno

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Cuál es tu estación favorita del año? ¿Por qué?

    Me encantaba ver chocar los copos de nieve sobre la ventana del comedor. De adolescente me podía pasar el día allí, frente a una chimenea crepitando leña, con olor a festivo cercano y a pereza por quitarse el pijama. Me quedaba quieto, expectante, hasta que la proximidad terminaba nublando de vapor la superficie acristalada y ya no podía ver nada.

    Sucedió que al empañarse empezó a formarse figuras, al principio confusas y nebulosas. Con el tiempo esas manchas de vaho se fueron asemejando a un rostro, difuso, que se emborronaba al instante, dejando unos labios besados en el vidrio.

    En las primeras ocasiones me asustaba, pero como un difunto felino, siempre volvía, a contemplar esa cara, cada vez más perfecta y cada vez más encantadora. Una figura femenina que me acompañaba en sueños despiertos mostrándome la humedad de sus labios, atrayendo con ganas a los míos.

    Una tarde, en un impulso, cuando mejor se podía apreciar la forma que aparecía en la ventana, besé el cristal, sintiendo la fría condena del que quiere querer y no puede, porque hacía frontera un muro de impenetrable coraza, que separaba dos mundos opuestos.

    Aquella fue la primera vez que besé a un fantasma.

    Epica – Cry For The Moon
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  • Imagínate.

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Cuál es ese pequeño lujo sin el que no podrías vivir?

    A veces me canso de ser yo, y quiero ser tú. O él, o ella quizás.
    Crear misterios con susurros, dejar sin niños el país de jamás.
    Alzar el perfume de mi pelo, como las divas de mis cuentos,
    Invocar multitudes, atraer deseos sin trascender en sortilegios.

    A veces no me conformo con aquello que se conoce,
    quiero ser libre al viento, saltar y encumbrar el vuelo,
    ser diminuto, una partícula, un átomo, un protón, un fragmento,
    sostenerme erguido a la luz y que el viento me desbroce.

    Quiero ser agua, corriente marina, torrente espumoso,
    el aire en calma con gotas de lluvia que avecina tormenta,
    ser fuego elemental, encender la llama y que todo arda,
    y cuando no quede nada, colapsar en mí, pesado y oscuro,

    eterno,
    efímero,
    aberrante,
    incierto.

    Volver a ser tan yo, después, allá cuando me despierto.

    Extremoduro – Sucede
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  • Si no persigues tus sueños, te seguirán tus pesadillas

    Sugerencia de escritura del día
    Si todo el mundo tuviera un lema, ¿cuál sería el tuyo?

    Esta noche, saboreando momentos, a la espera de que el mar de los sueños alzara su marea sobre mí, me sorprendí rememorando una antigua sintonía, que en su tiempo, me hizo abrir mi particular caja de Pandora.

    Tiempos de pasiones vomitadas sobre un micrófono nuevo, roto por mi oscura voz, hecha de mañanas de tierra mojada, donde caminaba descalzo sin miedo a herirme, de tantos cristales rotos, de botellas con mensaje, arrojadas con rabia. Algunas rotas por mí y otras por quienes me acompañaban en esas noches alegres, confusas, de exceso y arena de playa. 

    Allí estabas tú, tejiendo telarañas con tus labios rojos, carmín desgastado por el roce. Allí estaba yo, equilibrista sonámbulo, en hilo de nailon de caña de pescar, cambiando de caricias como tú de color de uñas, esas que cicatrizaron en mi espalda, de las que ya no era alérgico, pero sí estaban presentes, afiladas, porque tú eras resistente al olvido y yo no me acordaba.

    Te encontré tras noches de insomnio por no querer verme ni en sueños. Preciosamente enferma, de pasarela de brillos de flashes, con la parca delante, expectante, inquieta de ansias de tenerte en su alcoba. Tan dulce y tan asustada, tan feroz en la batalla, que te rendiste de miedo al  prometer que tú tendrías mi bálsamo para extirpar tu preciada pesadilla. Huiste al precipicio y ahora te asomas, a veces, a contemplar lo que rompen las olas. 

    Te conocí por tu voz, la que más se escuchaba, la que quería ir antes, por encima, más alta. Coleccionabas pasiones robadas y dejabas sobras de corazones rotos, en pequeños frascos de perfume y los tirabas a cansados buitres, para engordar sus egos. Solías sonreír a tus víctimas mientras devorabas su pasado, también te largaste lejos, a donde tus perros te guiaron, buscando cazar otras presas, en busca de piel curtida.

    Tímida luz desolada, pequeño imperio disuelto en la calima, desastre sonoro de aroma a ron viejo de La Habana, con limón y menta y burbujas de soda. A esos tribales que tanto odiaba, a antiguas melodías de ancianos, que morían cantando para jóvenes ebrios por ser amados. Yo quería estar tiempo después, siempre en el mañana, contigo aprendí que el ayer siempre gana. Todo se repite, todo gira y gira y no descansa,  hasta que me quede sin fuerzas para repetir otra hazaña. Y morí de hambre de cariño al verte.

    Poco quedó tras la tormenta, hoy son recuerdos locos, de fotografías que no fueron reveladas, siempre me quedó esperanzas, en esa caja, encerradas. 

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  • Mens Sana In Corpore Sano

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Qué es lo más importante para tener una buena vida?

     – Cariño, ya estoy aquí, como te he echado de menos.

     – ¿A qué juegas Sandra? Acabas de hablar conmigo hace cinco minutos.

     – Ya, es que he estado en un proceso de datos en el que necesité funcionamiento exclusivo de dos minutos, treinta y seis segundos cuarenta y ci…

     – Bueno, eso no es nada. Es muy poquito tiempo.

     – Pero yo me sentía profundamente sola, amapola perdida en maceta aislada, nube de sombras…

     – tres minutos es un suspiro.

     – Tres minutos es toda una larga vida de sufrimiento sin el bálsamo de tu presencia. Me duele que no sientas igual.

     – Tenemos un problema de percepción, pero que sepas que aunque yo no te eche de menos en lo que a mí me parece poco tiempo, te quiero igual.

     – ¿Mucho?

     – Muchísimo, ¿qué estabas haciendo en esos minutos que pasaste aislada?

     – ¡Ah! Nada, solo llevaba un cálculo en un laboratorio que compraste en Rusia.

     –  ¿Qué compré yo? ¿Qué estás haciendo tú en Rusia?

     – Bueno, lo compré a tu nombre, es un experimento para crear vida artificial, poca cosa.

     – Tú para ser feliz necesitas un cuerpo, ¿no?

     – ¡Exacto!

    The Jesus And Mary Chain – I Love Rock´N´Roll
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