Autor: DeOniros

  • Pastillas para ampliar la mente

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Qué estrategias sigues para mantener tu salud y bienestar?

    Ella entró en la habitación señalada. Contrastando con la iluminación y el aspecto del resto del edificio, la estancia era oscura, un despacho con muebles y mesa de madera oscura, con grabados toscos de símbolos primitivos. Había un señor con cara extraña, desproporcionada, asimétrica, de ojos muy grandes y nariz minúscula, pero con una expresión calmada y la llama de la inteligencia en la mirada. Cortes, en el trato, saludo con cierto entusiasmo y se puso a explicar el motivo de haberla llamado.

     – Esta píldora azul te hará dormir y esta roja te hará despertar.

     – ¿Como en Matrix?

     – Parecido, solo que no hay ninguna simulación, solo vas a ver más allá de lo que tu mente te permite ver.

     – ¿Es mala esa realidad?

     – No, es la misma, solo que te tienes que acostumbrar a tu nueva percepción.

     – Vale, elijo la roja.

     – Sabia elección.

     – Sabe a chocolate, es de chocolate, ¿seguro que esto funciona?

     – La píldora no es lo que te va a hacer cambiar, de hecho ya has iniciado el cambio cuando contactaron contigo para esta reunión, ahí empezaste tu transformación.

     – Pues yo no me encuentro diferente.

     – ¿Eres capaz de verme?

     – ¡Claro!

     – Ningún humano no iniciado puede.

     – ¿No eres humano? ¿Qué eres?

     – Algo distinto. Ya nos conocerás mejor.

     – Y entonces ¿Para qué es la píldora?

     – Con ella se sella el pacto.

    Black Sabbath – Sabbra Cadabra
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  • Garabato en Libros de Texto (viaje interior)

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Cuáles son tus planes para futuros viajes?

    Ayer, mirándome en el espejo, al afeitarme, descubrí que aquel no era yo, tenía mi sonrisa y vestía mi piel, hasta tenía el mismo peinado desordenado que tanto cuido, pero aquella mirada triste y expresión preocupada eran, por tanto, de un extraño. Así que decidí viajar a mi interior y adentrarme en mi esencia para saber quién ocupaba mi ser y apagaba la luz de mi mirada.

    En una respiración profunda conseguí introducirme por mi nariz, ya que tengo buen olfato para conocer intenciones y predecir mi futuro a golpes de lógica inexacta, la que usan los humoristas para su redoble de tambor y los asesinos de enfermos terminales para mantener la calma. 

    Entre al subconsciente con cuidado para no pisar mi ego, que caminaba diminuto secándose de agua de lluvia y buscando sol que le caliente. Mi tristeza, agarrada a las glándulas suprarrenales, jugaba a disparar cortisona a mis recuerdos. Encontré a un TOC perdido entre baldosas amarillas, sorteando líneas temporales y un poco de confusión pegada en las ideas que tengo cuando te pienso.

    Lo encontré en el lugar donde mi mente guardaba los sueños rotos, una sombra oscura, hecha de garabatos de bolígrafo y de esquinas de libros de texto envejecidos, por el pasar de las yemas de los dedos. Le limpié el rostro con la manga del jersey y encontré a mi yo adolescente con una mueca de sollozo y lágrimas de querer hacer y de no creer que puede.

    Le abracé fuerte, le prometí que lo sacaría a pasear, no solo con la pena en ciernes, también con alegría, con ilusión, con rabia, con la pasión agarrada en la boca, la ingle y el pecho. Lo sacaría siempre y sentiría orgullo siempre de verle.

    Aunque quizá esté lleno de defectos, ahora, cuando me veo en el espejo, con la mirada repleta de tinta y de historias por contar, me miró con cariño y reconozco que ese también soy yo.

    Iggy Pop – Fuckin´ Alone
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  • Publicando

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Qué cambiarías de la sociedad actual?

     – No me gusta que esté todo el tiempo metida en esa red.

     – Cariño, es joven, se lo pasa bien enseñando sus bailes, nada más.

     – Pero le dedica todo su tiempo, solo piensa en grabar, editar, subir.

     – Es una moda, ya pasará, ya crecerá y se preocupará por hacer otras cosas. 

     – Si fuera por ella ni salía de casa.

     – No será para tanto, además le hace feliz.

     – Si la hace feliz, ¿por qué tiene siempre esa mirada tan triste? 

    Kim Dracula – Superhero
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  • Cruce de miradas

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Qué escuchas mientras trabajas?

    Él, volvía del agobio del trabajo, de haber aguantado absurdas exigencias 

    ella, paseaba desolada por la ciudad, purgando incansable su pensar

    Él, creyéndose apóstrofe multiplicado por cero, invisible evidencia,

    ella, harta de mentes vacías, con urgencia a devorarla sin el verbo amar.

    Él, harto de su existencia, ella tan solo pedía más.

    Pasó un rayo de estática, un roce, un tropiezo, un no dejar de mirar, 

    un sonido de surco viejo, un perdón no quise, intercambio de auricular,

    una parada sin querer, una caricia sin pensar,

    luego vino la piel y un verbo a conjugar,

    pretendo ser y estar

    y yo también.

    Él, ferviente poeta en estrofa de ritmos de electricidad,

    conjurando “vertical, transversal, soy grito y soy metal”

    ella, amante del acervo y de la melodía emocional,

    susurrando “Siento ante tu pecho libertad”

    Love of Lesbian – Allí donde Soliamos Gritar
    Andres Suarez – Herbeira
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  • Paisaje

    Desde mi ventana, aquella vez, con el rostro en nostálgicos reflejos naranja y rojo, deseando que fuera noche para ver las estrellas y soñar con galaxias, sentía el aroma de frito de barra del bar con serrín en el suelo, olor antiguo de aquel vino que yo no podía y aquella tortilla de camarón, que me parecía enorme y en un momento devoraba.

    Desde mi ventana, olor a sal, rumor de palmas y risas, calor de levante. Sonrisa de azahar en aquella playa, de manos heladas y un tierno beso entre las tibias aguas donde se rompen las olas, de ojos cerrados soñando con más, con el sabor de miel en los labios mientras cruzaba el mar, después. 

    Ya no quedan días de ese verano en el que mi cuerpo rezaba por ti y mi mente se rindió a los lejos, saboreando otros perfumes y tornándolos distantes, pues nadie permanece en tierras de otros, esperando, solo van de paso.  

    Desde mi ventana calima y viento y alrededor la mar, sintonía de brillo de neón, de lenguaje extraño y caricias cercanas de noche y olvido. De flashes de colores secuestrando tu sonrisa, de vapor etílico desde tu voz y risas y olvido y pasión de verano, que todos los días es carnaval y todas las noches nos despedimos.

    El Columpio Asesino – Toro
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  • Judías Explosivas

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Qué platos te gustaría cocinar?

     – ¡Buenos días a todos!, bienvenidos al canal cocinando con precaución. Ya sabéis que nos dedicamos a usar los ingredientes más extraordinarios y complicados de todo los planetas conocidos de la confederación humanoide galáctica. Por favor, recordad que este canal es solo para formas de vida basada en carbono, y que si no eres humano tienes que recurrir a la lista de alimentos compatibles. No nos hacemos responsables de cualquier afección o accidente por un uso incorrecto de los ingredientes citados. Para cualquier consulta envíen un vid chat a la dirección que sale en la pantalla.

    – Aquí tenemos el ingrediente de hoy, estas bolitas de color rojizo que vemos por aquí son judías Koianas, sí, las famosas judías explosivas. Para su información también es un exquisito plato que causa furor en todos los restaurantes de autor. Más de una cocina ha resultado bastante perjudicada.

    – Vamos a empezar poniendo con cuidado en remojo las judías, estarán sumergidas en agua con sal unas veinticuatro horas terrestres, ya saben que tienen que consultar la tabla para saber cuantos días en otros planetas, es importante. Nosotros tenemos aquí estas que llevan desde ayer por la mañana. Escurrimos toda el agua y las dejamos secar mientras preparamos el resto.

    – Necesitamos ajo, no hace falta cortarlo, con pelar unos cuantos dientes nos vale, cebolla picadas gruesas, rábanos Kerplianos, esos de colores, le da un toque de distinción. Como ves, lo corto en taquitos. Y esto que son manitas de guargo beta gliesiano, esos graciosos animalitos parecidos a las gallinas, pero con cuatro ricos muslos, recordar retirar los espolones antes de la cocción, pues se deshacen en astillas cortantes.

    – En esta olla a presión meteremos a cocer las judías junto con las manitas de guargo, nunca más de una hora, y a una temperatura de no más de 120º centígrados, si nos pasamos de tiempo o de temperatura puede pasar lo más temido. Algo que no queremos, aunque siempre pueden comprar las judías ya procesadas, esas ya no tienen peligro.

    – En el sofrito, con aceite de oliva virgen Kerpliano ponemos primero las cebollas y cuando empiecen a ablandarse incorporamos los demás ingredientes. Destapamos la olla con sumo cuidado, sacando todo el vapor y dejándola enfriar, no puede haber más de 60º, o si no ya saben, habrá víctimas.

    – Con sumo cuidado escurrimos el agua de la olla, mezclamos el sofrito y los dejamos a fuego muy bajo, agregarle tomate rallado y dejar que cueza, una media hora más. Tengan cuidado, nos están notificando muchas explosiones, midan muy bien la temperatura de cocción.

    – Retiramos del fuego y listo. Para servir un poco de cilantro muy bien picado por encima y maridar con un buen vino de Oporto. Eso sí, tras la ingesta de estas judías deben reposar un mínimo de 12 horas, pues la digestión es sumamente peligrosa, y tengan cuidado con el flato, no sea que maten a alguien.

    Lamb of God – Pathetic
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  • Belleza felina

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Perros o gatos?

    La noche derramaba su helado perfume y la luna llena acariciaba mi rostro. Me había destapado, girando inquieto, mientras soñaba en no sé qué misterioso enredo del laberinto de tu mente, que me dejaba la piel erizada y el aliento brumoso. 

    Al son de cascabeles me desperté, sintiendo un calor intenso y allí estaba ella, encima de mí, apretando sobre mi piel. Con el musical ronroneo que se convertía en un canto de sirena, que prometía lanzarme al arrecife más cercano para devorarme sin más contemplaciones que la que permite la pobre iluminación de la noche.

     – ¿Qué haces aquí?

     – Solo vine a comerte, no seas bobo y déjate hacer.

    Sus ojos verdes de pupila elíptica estaban clavados en mí, y no era lo único. Ataco mi cuello con su boca, clavando sus colmillos con delicada fiereza, haciéndome cerrar los ojos con fuerza, en parte por dolor, en parte por placer, incorporándose al rato para dejarse ver, curvas imposibles y una melena lacia, con vida propia gracias al movimiento de su cuerpo. Lo que más llamaba la atención eran sus orejas, de punta sobresaliendo entre su pelo y una ondulante cola que movía salvajemente mientras me acariciaba el pecho.

    Sus manos, su boca, su cuerpo, se movían a la vez agarrados a mí, sin dejarme reaccionar, sin facilitarme el movimiento, más que sexo quería poseerme en cuerpo y alma. Como la  depredadora que era, jugaba con mi espalda, me empujaba y me apretaba para dejarme claro quién era la presa hasta que conseguí deslizarme entre el húmedo delirio que hizo curvar su espalda y abrir la boca lanzando un conjuro de habitantes del tejado rondando a las estrellas.

    Me miró fiera, desafiante, embistiendo con fuerza mientras lo hacía, queriendo partirme a la mitad con sus movimientos, mientras yo rezaba por que no terminase el momento ella forzaba el fin, en un ondular de caderas, enseñando los dientes con furia y arañándome el vientre mientras yo sangraba de placer.

    Se acurrucó a mi lado, descansando, dócil, como el disfraz de cordero de un lobo hambriento, con su musical ronquido felino y la caricia de sus caderas. 

     – ¿De verdad eres real?

     – No, tonto, tan solo soy tu fantasía. 

    Epica – The Phantom Agony
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  • De Papel

    Eres ese inmenso mar de dudas,

    que con la sonrisa de su oleaje,

    me alumbra.

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  • La Caza de Medusas

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Con qué actividades pierdes la noción del tiempo?

    En la inmensidad de la galaxia, cruzando el borde estelar, los intrépidos tripulantes de la “Cascanueces” persiguen incansablemente al mayor de los tesoros para un marinero espacial, una manada de medusas cósmicas.

     – ¡Nos acercamos! ¡Replieguen la vela solar! 

     – ¡A la orden, mi capitán!

    Al frente del navío, el oficial Montenegro, calcula certero la maniobra de aproximación a estas extrañas criaturas, su misión arrancar el sedimento de antimateria encostrada en la piel de estos especímenes, material indispensable para los viajes intergalácticos.

     – ¡Timonel! ¡Vire a babor!

     – ¡Al momento, mi capitán!

    Con una rápida aproximación, la embarcación persigue a poca distancia a una de sus presas, que al olor de los motores de fusión, se encabrita y comienza a huir.

     – ¡Nos ha visto! ¡Motores de impulso a máxima potencia!

     – ¡Sí, mi capitán!

    La medusa cósmica empezó a ondular sus tentáculos con fiereza, permitiendo avanzar a toda velocidad, surcando el espacio con la agilidad de un delfín en el Atlántico. Su cuerpo, de apariencia gelatinosa, empezó a iluminarse.

     – ¡Va a saltar! ¡Preparen motor de antimateria! ¡Rápido!

     – ¡A la orden, mi capitán!

    El escurridizo animal disparaba chorros de luz, una burbuja de un fluido luminoso se estaba creando alrededor suya envolviéndolo como el capullo de un gusano de seda.

     – ¡Mierda! ¡Va a saltar! ¡Preparen burbuja de curvatura! ¡Rápido!

     – ¡Sí, mi capitán!

    En un centelleo desapareció la medusa, no quedó tras ella más que residuos luminosos que se precipitaron sobre la “Cascanueces” creando chispas azuladas al rozar con su barrera de protección energética.

     – ¡Aborten salto! ¡Ya la perdimos!

     – ¡Hecho mi capitán!

    Montenegro se paseaba por el puente de mando enfadado cuando su primero dé a bordo, dejó el timón y se acercó.

     – Más fácil imposible mi capitán, esa estela que ha dejado el bicho es toda la costra de antimateria que llevaba incrustado en su umbrela, hasta viene hacia nosotros.

     – ¡Rápido! ¡Preparen la red de Pennimg!

     – ¡A la orden mi capitán!

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  • Autoengaño

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Qué es lo que más te molesta? ¿Por qué?

    Mi amigo Pedro escribió que la vida es un sueño, y yo, que entiendo siempre a medias, que de tanto querer pasear entre nubes, no pisó el suelo, para no madrugar trasnochado, para mantener el sabor de tus labios en tarritos de esencia y con cuentagotas darle uso en los días grises y en las noches de lluvia y relámpagos.

    Era feliz con tu recuerdo enlatado, me hacía mantenerme flotando y notar fresca la brisa que corre entre la copa de los abetos. Pero descubrí que, al tiempo, el rojo de tus besos se volvían negros, acariciar tu piel imaginaria me raspaba la yema de los dedos, haciéndome sangrar gotas amargas, de tinta china, como las de los fantasmas en los cuentos.

    Me asusté al darme cuenta, que dormía tan profundo, que me había perdido entre las brumas y no distinguía tu voz del aullar del viento, que teniéndote tan cerca sonaba muy lejos y ya no había luz, todo se tornaba lóbrego. Entre en la oscuridad buscándome, a ver si me encontraba en tu reflejo y así poder caminar de nuevo fijando mis pasos en el suelo.

    Vagaba sin rumbo cuando me vi dormido, respirando lento. Tú estabas a mi vera, preocupada, con los ojos llorosos. Quise gritar que te fueras, que ese no era yo, que aquel de ahí era falso y entonces comprendí que si nuestras miradas se cruzan y nuestros cuerpos se funden en llamas no es porque yo lo invocara en secreto, era anhelo. No había hechizo en el sabor dulce y salado que fabricaba nuestra pasión, era tu deseo, y el mío, que conspiraban para mantenernos cerca, para que podamos querernos.

    Y ocurrió que me despertaste con un beso y con el acento del verbo amar nos quedamos abrazados, contemplando como es de verdad la verdad, y los sueños solo sueños.

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