Autor: DeOniros

  • De Noche

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Cada cuánto sales a caminar o correr?

    En la estación, como cada noche, esperaba. Dejando volar su vestido hecho de las sombras de los rincones, a cada tren que pasaba. Mirando distraída a su alrededor, esperando que su triste ausencia le dijera que debe volver sola otra vez.

    Tarde de nuevo, contemplaba el último vagón cuando la vi pasar, en silencio, persiguiendo la presencia parda de los gatos, en calles transitadas por desdicha y soledad. Esta vez quise saber, con la heroica curiosidad de aquel felino gris que huye al callejón, ¿a dónde le llevaba las prisas de sus tacones tras la paciente espera en el andén?

    Tres grotescas formas ofuscadas entre baldosas rotas, quisieron comprender que ocultaba yo en mi camino, dos adelantaron mi impaciencia, uno me propuso el miedo en forma de verbo.

     -¡Oye bro, déjame veinte pavos!

     -Lo siento, vengo del trabajo y no llevo nada- dije al volverme y ver una cara cosida en dibujos de tinta china que ocultaban las facciones del que no tiene que perder.

     -Ahora me vas a dar todo lo que tengas- Exclamó furioso, rodeándome con sus perros, guardianes de la rabia.

    De la oscuridad apareció su vestido al vuelo, del mismo color que mi última sentencia, me sonrió levemente y se interpuso entre el ente tatuado feroz y mis temblantes manos queriendo defenderse. Los demás cayeron en el acto al suelo, dejando una sombra roja bajo sus cuerpos.

    Pensé ver un beso de amor en el dibujo del cuello de mi agresor, solo que era de cariño mortal, de mirada vacía con el alma ya guiada por Caronte, antes de desplomarse al suelo y golpearlo sin gracia.

    Mi bella incógnita de labios rojos me sonrió, tímida, sin maldad aparente, con una pregunta en el brillo de aquellos ojos tristes.

     -Yo solo quería saber que estarías bien- Su risa estaba hecha de la lira que rasgaban los ángeles en su coro celestial.

     -No te creo. – Dijo una voz en mi cabeza.

     -Bueno, y saber a quién esperabas cada noche en la estación.

     -A ti. – Dijo ella mientras se desvanecía en la niebla del camino.

    The Distillers – Drain the Blood

    Anuncios
  • Numen

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Cuál es tu palabra favorita?

    Musa con vestido de piel, recorre mi espalda, de risas sin terminar, de momentos de tiempo por llegar, de pequeñas caricias, fuego intenso, contenido en llamas, en la canción de la brisa, de una gaviota perdida en celo, sobre océanos de prisa. Encuéntrame en el mar, regálame tu saliva, prometo ser la sal que resbale en tu sonrisa, que suave cierre tu mirada en suspiros de silencio, en aquella luz grabada, seré melodía de batalla y el susurrar del trueno, de una leyenda cercana, promesa de ser eterno.

    MUSE – Algorithm

    Anuncios
  • Incordiando a la Noche

    Nube blanca, que te clavas al filo de la oscuridad y te esfumas, incordiando a la noche, zalamera de suave piel y dolor de afiladas agujas, inquieta salvaje. Murmullo de caza, abrigada de luna, de juegos de vida y amor eterno al verla arrullando a mi vera.

    Marcas de terrible cariño circular, de pequeñas heridas que confirman que si duele, sana. Con sabor a río, a peces saltando y crujir de ramas con aroma a silencio, a te echo en falta, durmiendo a mi lado, junto al negro carbón del fuego de invierno, que también partió.

    Pink Floyd – Lucifer Sam

    Anuncios
  • Pequeña luz

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Qué vas a hacer esta noche?

    Pequeña luz de gas, naranja y azul, asustada, que ardes inquieta, queriendo ser mi guía en el mar, supernova en la galaxia y no eres más que la melodía de una antigua balada.

    Accept – Breaking Up Again

    Anuncios
  • Atardecer

    Sugerencia de escritura del día
    Cuéntanos una lección que te gustaría haber aprendido antes.

    Yo, que para no morir calcinado, en la alegría de la mañana del domingo, busco la sombra nublada de martes resguardado en la semana, en los días de lluvia intensa, en los cuartos sin ventana, en algún lugar del recuerdo, donde la tinta fluya, donde el mar forme crestas sobre aquellas, que por un poco de amor, pusieron rosas sobre mi epitafio, desafiando la triste penumbra de mis días raros con carmín rojo en mi mirada y sombras chinescas sobre su regazo. 

    Todo eso se fue hace años, con el sol de mediodía, reventando las piedras tristes sobre el rugoso asfalto. Como soledad en viernes de blanca brisa de verano, donde Apolo sueña con el invierno más cerrado, desciendo las calles en hojas grises de recuerdos alados, donde mojo mi pluma cuando no me quedan mundos en el universo.

    Röyksopp – What Else Is There

    Anuncios
  • Perdido

    Sugerencia de escritura del día
    Describe tu semana ideal.

    Siete deseos para un sueño, de izquierda a derecha o de derecha a izquierda. Según el ritmo de tu corazón. Derrama lágrimas de vida sobre mí, hechizando mi pasión y haciendo realidad aquella caricia perdida en mi mente, presente en la imaginativa concupiscente oración de mis recuerdos.

    Species – Antisocial

    Anuncios
  • Huida

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Qué haces para relajarte?

    El ambiente tenía aroma gris fétido, calle principal, lleno de peligros con ruedas, de prisas por llegar y volver, por la poca importancia que se le da a la vida en sus bosques de indiferencia y cemento.

    Me atrajo el rastro de la soledad que tanto olía a azul, con niebla, de arroyo vestido de musgo, de gazapo libre corriendo hacia la cumbre. Desierto de máquinas extrañas, de cielo roto curado por lluvia.

    Sabor de sol, arena de playa, donde correr libre huyendo de invierno, frente a la ribera del hipocampo, haré mi hogar, el tiempo que dura un suspiro de baja de ser tan yo.

    El Mato a un Policía Motorizado – El Día de los Muertos

    Anuncios
  • Sin palabras

    Sugerencia de escritura del día
    Si tuvieras que renunciar a una palabra que utilizas habitualmente, ¿cuál sería?

     – ¿Nombre?

     – Ricardo Minico.

     – ¡Ah, sí! Tenemos registro. Aquí hay un comentario sobre su ocupación…

     – Soy inquisidor de palabras.

     – ¿Cómo?

     – Inquisidor de palabras, no es tan difícil.

     – ¿Y eso qué es?

     – Seleccionar las palabras que no deberían existir y las destierro del diccionario.

     – ¿Quita palabras del diccionario?

     – Sí, unos las ponen y yo las quito.

     – ¿Y qué palabras ha quitado?

     – Por ejemplo “machango”

     – ¿Macha… qué?

     – Machango; Personaje cómico de dibujos animados, muñeco, juguete con forma humana o persona ridícula.

     – ¿Qué le hizo quitar esa palabra de circulación?

     – Tenemos ya demasiadas palabras tan ofensivas como esa que significan lo mismo.

     – Comprendo. 

     – ¡Caracoles!

     – ¿Qué?

     – Que también sentencié la expresión “¡Caracoles!”

     – ¿Entonces en el bar de la esquina ahora pedimos una tapa de gasterópodos?

     – ¡No, hombre! Como expresión, en vez de decir ¡caracoles!, ahora sería correcto decir ¡caramba!

     – ¿Y por qué le echaron?

     – Por intentar eliminar las palabras gaznápiro, onanismo, encontronazo, salario y tulipán

     – ¿Por qué quería eliminarlas?

     – Porque todas ellas son de pronunciación desagradable.

     – Bien, el único puesto de trabajo que le puedo conseguir es el de pescadero en un mercado. ¡Siguienteeee!

    Mamá Ladilla – Érase una Canción

    Anuncios
  • Latas en el río

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Guardas rencor por algo? Cuéntanos por qué.

     – Se mueren los peces, el río baja tan contaminado que dentro de nada bajará verde tóxico.

     – Seguro que la culpa la tienen las fábricas y los pesticidas que usan en la agricultura.

     – Y de la gente, que tira basura al río, hay basura flotando, botellas de plástico y esas cosas.

     – Antes nos íbamos a bañar al río, ahora no dejan.

     – Pero es que antes éramos diez o doce los que lo hacíamos, ahora somos muchos y todos contaminamos.

     – ¿Entonces crees que el problema de la contaminación es que somos muchos?

     – Fíjate, aunque todos fuéramos muy limpios,  si a ti se te cae al río una vez una lata de refresco, tu paso no se notaría, ¿verdad?

     – Claro que no, es insignificante.

     – Si a todos los del pueblo, que somos buena gente, se nos cae al río sin querer una lata de refresco, ¿cuántas latas habría en el río?

     – Pues no sé, unas veinte mil.

     – Imagínate ahora, todos los pueblos que están en la orilla y que casi todo lo que caiga en el río va al mar. Ya no son solo las fábricas, somos todos.

     – ¿Y qué hacemos?

     – Buscar otro río.

    Xoel Lopez – Tierra

    Anuncios
  • Desordenado cuaderno.

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Por qué tienes un blog?

    Preso en mi cómoda cárcel de monedas a cambio, la esperaba en las noches, aburrida de exhibir sus curvas sobre neón, en danzas tribales, de intercambios de mirada, de ritmos monótonos, de bucles de bombo y lamentos sintéticos, con labios de fresa y aroma verde, terroso y amaderado.

    En mi espera, arañaba el papel con tinta de lamentos, con promesas destinadas al olvido, con plegarias ignoradas del acervo divino, de cruce de dedos, de corazones rotos por no haber vivido. Lágrimas invisibles tras sonrisas de paso, en un vuelva pronto pero déjeme aquí, escribiendo mi espera, en mi amnesia del tiempo.

    Hoy, desempolvando trastos inútiles en el almacén de olvidos premeditados, encontré mi viejo cuaderno de heridas en verso y llantos enfrascados, limpié con la manga el polvo que había entre párrafos y estrofas, busqué al azar esperando antigua vergüenza de cansinos sentimientos de culpa que paralizaban antaño las ganas de salir huyendo. 

    Encontré sucias canciones mudas, sin voz que la entonaran, pintarrajos de rabia contenida, perdida por no hacer nada, pasión impresa en tono desesperado, de la esquiva sensación de no ser amado, en respuesta a no saber ser visto o no haberlo intentado, también risas flojas, sencillas carcajadas, apretadas en renglones torcidos de un dios primitivo, que miraba para otro lado, cuando flirteaba con Lilith en el baño de empleados.

    Recordé que no solo era exorcismo de dolor y rabia, eran canción de la brisa, de las melodías de Silvio y del tronar de las barricadas, de la electricidad estática, que dejaba al vinilo chispas acústicas y que también dejaban surcos de tinta en mis delirios, dejándome con las ganas de sangrar mejor y no padecer en vano.

    Atari Teenage Riot – Activate
    Anuncios