Autor: DeOniros

  • Creadora de mundos

    Sugerencia de escritura del día
    Cuando piensas en la palabra «éxito», cuál es la primera persona que se te viene a la mente y por qué.

    … Y de un soplido, la criatura inventada sobre el lienzo de papel cobró vida. Caminó patosa sobre el plano en blanco mientras aparecían arbustos y helechos, piedras llenas de liquen y ríos de brillante caudal regando juncos y nenúfares. Sus patas de pato sorteaban las piedras del camino con gracia, tenía ojos de búho y orejas de mapache, una sonrisa de felino y antenas de mariposa, su rechoncho cuerpo parecía hecho de algodón que terminaba en una pequeña cola parecida a un pompón

    Cantaba con gracia, trinaba, ululaba y glugluteaba con ritmo y alegría, nadaba muy bien, andaba regular, trepaba los enormes árboles verdes en busca de cocos azules y rojos. Si se enfadaba se tornaba rojo, aunque rosa era su color, con hambre encarnado y amarillo si tenía tos y de colores varios si quería llamarte la atención.

    Caminaba desgarbada la criatura en la vereda de la página, cuando la niña diosa, creadora del mundo, decidió cerrar por hoy su porción de fantasía, guardando rotuladores de colores y lápices resaltadores, se despidió de su creación con un beso volado, cerró el bloc y se dispuso a adentrarse en el mundo de los sueños.

    Pauline en la Playa – Un Bosque

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  • Duel(o/e)

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Cuándo fue la primera vez que te sentiste adulto de verdad (si es que te ha pasado)?

    Congelado en un rincón, camuflado entre las sombras de la oscura sala, no comprendía nada, quería estar solo, olvidado, escondido en su mente. Tras el cristal su mundo se hacía añicos, él se sentía roto también, pero por dentro, en algún lugar tan profundo que retenía las lágrimas. Puede que sean para otro día, puede que ya nunca más pueda llorar, pero hoy no querían manchar la moqueta de dolor.

     Todos vestían de oscuro, salían y entraban, paraban delante de él y hablaban incoherencias banales, su mirada estaba distante, en tiempos más amables. Se encontraba cerca del calor de la arena, con la playa bajo los pies, escuchando el tronar de las olas rompiendo con violencia sobre las rocas, o el aire de la sierra azotando la cara, desde la ventanilla abierta de aquel antiguo Seat Córdoba con música de Ismael Serrano y aroma a pan crujiente de pueblo con aceite de oliva.

    En aquella aterradora sala a la que no se atrevía entrar, estaba esa persona que reía sus ocurrencias, que cantaba alegre en las vueltas a casa, quien disparaba con el dedo índice en guerras de mentira que acababa con almohadazos traicioneros, quien ayudaba en historia con portes de rey y mirada de inquisidor aguantando la risa con porte marcial. Solo que ahora estaba quieto, apagado, frío, en otro lugar mejor, quizás con Branco y la abuela, quizás en su mundo pintado de acuarela, pero lejos.

    En ese momento, con las lágrimas que se resistieron a salir y la sensación de ahogo que da la incertidumbre, supo que ya no volvería a ser un niño.

    Ismael Serrano – Papá Cuéntame Otra Vez

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  • Monólogo

    Sugerencia de escritura del día
    Qué es lo que intentarías hacer si se te garantizara que no vas a fallar.

    Este fin de semana, en plena conversación de una tarde de cervezas y risas, me di cuenta, mientras la narraba, que mi vida es un monólogo. Sin vestirme de payaso triste y sin querer exagerar como me trata la vida, las veces que tropiezo o los arañazos de mi corazón zurcido, me veo cómico de chiste fácil, relatando el cuento de mi vida, a golpe de micrófono de botella de un cuarto, sobre la barra del bar.

    Pensé que quizás, si escribiera en las servilletas de mesa redonda de cafetería, entre el desayuno de madrugada y el soñar de mediodía, podría ganarme la vida de bufón sin corte, cantando mis hazañas, sentado en el banquillo y pasar así a espectador, de otros llorones de risa fácil y sollozo silencioso, que se sientan identificado con mis rasguños y que me echen dinero en el plato.

    Trate de relatar para los vecinos, a quien pasaba por las calles, pero huían esquivos al empezar a hablarles, me dejaban sin la palabra precisa cuando no había ni comenzado. También intenté apuntar el sonido del claxon entre semáforos, los ladridos de los conductores y describir temeridades sobre el asfalto, recordar mis carreras en el mercado, tras la mejor hortaliza, dejando atrás mercaderes y amos de casa frustrados, con las sobras en el saco, malhumorados gritando. Quise investigar sobre el amor de las plantas y sobre el rezar de las colas de la oficina de cobros de una entidad fiscal. 

    Pero al asomarme en el púlpito y elegir la profecía, me encontré con la voz ausente, ruido blanco en la mente y fobia a las miradas atentas, relamiéndose hambrientas mientras me escondía entre las cortinas. Soñando con descifrar sonrisas de serios entrecejos y rogar la pasión ajena por acariciar el verbo aspirado, que no me acordé de que, mi voz es un disco que salta cuando narra y mi cabeza está vacía cuando las palabras se precipitan al abismo.

    System of a Down – Hypnotize

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  • Superhéroes

    Sugerencia de escritura del día
    Cuéntanos algo que te gustaría intentar por primera vez.

    De niño me encantaban los superhéroes, estaba fascinado con esos cómics de colores raros, descoloridos, que ya parecían antiguos aun teniendo días de haberlos comprado. Curiosamente, mi sueño no era ser un trepamuros o un vengador justiciero, no. Mi gran pasión era inventar uno, hacerlo cercano. En mi primer intento, evocando el reflejo de lo que era entonces, presenté a mis seguidores, a Juan Francisco y a Mariano, que por entonces eran mis dos únicos amigos, a un personaje con gafas de culo de botella y ropa interior por encima de las mallas, cuyo nombre no quiero recordar, ya que me da vergüenza atemporal.

    Ocurrió que en su primera misión, gracias a su agudeza visual, se estampó contra la estatua de plutonio de Don Macario, alcalde de Valdegorrinos, metal que era equiparable para él a la kriptonita que tan poco gustaba a Superman. El infortunado accidente le dejó los anteojos soldados en la mirada y privado de todos sus superpoderes, ahora trabaja para la ONCE, en un puesto en el número trece de la calle donde ocurrió el suceso.

    Meses más tarde, mi imaginación parió al hombre lagartija, primo del geco común vallisoletano, que tras recibir una demanda de Marvel quedó incrustado en la suela del zapato cósmico de un tal Thanos, ahora recorre la galaxia y disfruta de todos sus suelos. Apareció también en mi mundo, el hombre-fanta piña, que se deshizo en burbujas nada más salir a la calle, y el indomable cabramán, un superhéroe motorizado con una Kawasaki y con cornamenta en el casco, fruto de una infidelidad cuántica. En una aventura en el Himalaya, le patinó la rueda trasera con gravilla sintoísta y todavía está cayendo. 

    Estuve años retirado de la invención de todopoderosos, ya que mi esfuerzo me había costado un fracaso social apoteósico. Los niños cruzaban de acera al verme y me escupían arroz con bolígrafos bic tarados. Pero, al entrar en la adolescencia, mi suerte cambió. Me volví muy popular al dar vida a Horny Girl, que se prendía en llamas quemando su ropa en el proceso. 

    Convencida por una secta feminista, Horny, como la llamábamos cariñosamente, torturó a cada uno de los mirones de mis amigos, tatuándoles a fuego una imagen de Margaret Thatcher, muy conocida entonces, desnuda y en pose provocativa. Desde entonces me escondo en las iglesias disfrazado de monaguillo y aprovecho para probar el vino de misa. Según tengo entendido, la superchica ahora se llama Purity y predica en Instagram sobre la castración como solución a la aberrante situación social actual.

    Hace mucho que no quiero saber nada de héroes enmascarados. Me hice seguidor de Spock, que es único e inigualable y no me da posibilidad de inventar nada al respecto.

    Nota del autor: En el transcurso de este relato no se ha maltratado a ningún animal, en el caso de criaturas mixtas solo ha sido expuesta al sufrimiento su parte humana.

    Tool – You Lied

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  • Lirios y crisantemos.

    Ella miraba hacia el mar, con su vestido negro ondulando al viento, absorta en sus pensamientos, rememorando no sé qué misterio. Siempre a la misma hora, en el mismo lugar, recorría con su vista el momento en que las olas destrozaban de espuma las rocas de la costa, en silencio, conversando con el rumor de la marea.

    Esperaba que el horizonte rojo, con prisas por oscurecer, elevara a las estrellas en el firmamento, que la vieja farola encendiera, le iluminase la cara y comprobara que estaba ausente, en algún otro lugar del tiempo, con la felicidad omitida de quienes viven en sus recuerdos. 

    Esta noche, al llegar, mientras la luna crecía entre las nubes, encontró un ramo blanco de lirios abiertos de pasión y crisantemos con aroma a duelo y recuerdo. Ella abrió la tarjeta que había entre las flores y la comenzó a leer. La farola se apagó y nunca volvió a encender.

    Al amanecer el sol fue marchitando cada pétalo de aquel ramo, situado donde ella esperaba cada noche y ya nunca más se vio. En un remolino, jugando con el viento, estaba la nota huida del sobre, entre pétalos desprendidos. En letras borrosas por el relente de la mar, todavía se podía leer “Siempre te recordaré”.

    Nightswish – Dead Boy´s Poem

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  • A veces

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Cuál es tu afición o pasatiempo favorito?

    A veces pienso, que mi reminiscencia, llegan al papel sin pasar por mi mente, como animales en estampida, emborronando con huellas los caracteres áridos de mi pantalla. Entran bramando blasfemias, pisando arena caída de cielos pasados, feroces recuerdos armados con garras y colmillos, que cazan huidizas frases de exótica pluma y canto risueño y corren tras la serendipia de construir el relato de un sueño.

    A veces pienso y divago, me visto con la falsa piel sintética tatuada de tildes tecnológicas, fragmentadas en partículas subatómicas superlumínicas, describiendo paradojas, reinventando contingentes teóricas atraídas por el vórtice cuántico en relatos distópicos y divergentes en ficticias realidades alternativas.

    A veces pienso, me pierdo en la abulencia y recreo figuras celestiales que sueñan con ser supremas, deidad plasmada en verso sobre el fresco de un techo, dádiva divina de corte barroco empuñando espadas llameantes y cántaros dorados de tinta china. Relatando testimonios de fieles, orando inciertos testimonios de vida eterna y perdón etéreo, creando cielo y tierra por la costilla de un original pecado rimado con deseo.

    A veces pienso que no existo, que no merezco, que se rompen mis entrañas si no te veo. Escribo borrosos versos con olor rancio, mezcla espirituosa con llanto. Enjaulado en un enjambre de truenos que se van alejando, contando nueve tras su chispa rota, tratando de remontar la marea, azotándome con el látigo. Y con la sangre invoco la tinta y dibujo garabatos, que luego olvido en sobres o los arrugo y tiro.

    A veces miro hacia atrás y sonrió.

    Triangulo de Amor Bizarro – Estrella solitaria

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  • Arrepentirme.

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Hay algo que siempre pospones? ¿Por qué?

    En la ausencia de tu cariño, pinto nubes en el cielo, grises, húmedas, frías, distantes. Rojas en una puesta interminable, de estrella agónica, expulsada del firmamento. Pálidas, como la expresión de tu cara al verte lejos, huyendo del miedo de quemarte los labios. 

    Pinto lágrimas en el cielo y que se las lleve el viento, que las atrape el mar y las pierda lejos, que yo, conjurando el tiempo, adentrándome en mi sendero, sé cantarte mi canción.

    (que me tenga cuidado el amor)

    Silvio Rodriguez – Óleo de Mujer con Sombrero

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  • La reclamación

     – Buenos días, ¿nombre?

     – Franjo Dido

     – Sí, aquí está, ¿Cuál fue su última ocupación?

     – Trabajé en el departamento de postventa de una firma de electrodomésticos.

     – concrete un poco más su labor.

     – Gestionaba el proceso de reparación de las lavadoras de la marca.

     – Y ¿Qué le pasó?

     – Pues por culpa de una reclamación, me echaron.

     – ¿Por algo que hizo? ¿Trató mal a un cliente?

     – Realmente el cliente no estaba descontento conmigo, de hecho en la reclamación consta que yo le traté bien.

     – ¿Entonces?

     – Vale ¿Conoce la lavadora Wirrphone X2513Webtasist?

     – Ni idea.

     – Es una lavadora, que entre otras funciones, está conectada a internet.

     – Pero, ¿Para qué necesita una lavadora conectarse? ¿Para lavar datos? ¿Por limpiar la WIFI?

     – En realidad tiene un par de funciones muy útiles, la primera te avisa por una aplicación que se instala en el móvil de que el lavado está acabado, en realidad puedes consultar en todo momento en que proceso está y cuánto va a tardar. La otra, cualquier avería es detectada y avisa al servicio técnico.

     – Muy interesante, ¿Qué tiene eso que ver con usted?

     – Yo era quien se ponía en contacto con el cliente, gestionaba la visita técnica  y coordinaba posibles traslados, me hacía cargo del proceso administrativo de la reparación y del contacto entre todos los implicados. En este caso la lavadora nos envió un fallo de desagüe obstruido.

     – siga, siga, que es interesante.

     – Llame al propietario del electrodoméstico en pleno proceso de lavado, se alarmó y pidió la ayuda urgente de un técnico.

     – ¿Y llegó tarde?

     – No, llego el mismo día. El técnico comprobó que la manguera que va al desagüe estaba doblada y el técnico le propuso la sustitución de la misma. Tras discutir largo y tendido sobre precios y obligaciones, se decidió no sustituir nada. El técnico le facturó 90 euros por su visita.

     – ¿Esa es la reclamación del cliente? ¿Cobro abusivo?

     – Bueno… sí que se quejó del precio, pero más fue que en el momento de cobro el operario resbaló con la manguera y le propinó un golpe en la cabeza al propietario de la lavadora. Fue tan fuerte que se quedó sentado en el suelo, semiinconsciente.

     – ¿Y el técnico?

     – No, el técnico estaba bien.

     – No, digo que sí hizo algo.

     – Escapó por la ventana.

     – Pero fue un accidente ¿No?

     – Sí, pero el pitbull, que tenía el cliente como mascota, no opino lo mismo, y quiso atacarle.

     – ¿Le mordió?

     – A él no, pero sí al de la ambulancia.

     – Pero, ¿quién llamó a la ambulancia?

     – La lavadora.

     – Bueno, entonces el cliente ha recibido un servicio extra, una lavadora que da avisos de emergencia…

     – En realidad la ambulancia se llevó a nuestro operario, estaba malherido bajo la ventana. Pero no llegó muy lejos.

     – ¿Y eso?

     – Se le atravesó el perro y al esquivarlo chocó con una farola.

     – ¿Y la lavadora?

     – No, la lavadora no, la ambulancia.

     – No, digo si hizo algo.

     – Después de eso programó su autodestrucción, se ve que se sintió culpable. En la encuesta de satisfacción, sale una foto del cliente con la cara tiznada y un chichón de sombrero.

     – En fin, tengo una vacante para una administración de loterías, aunque le recomiendo que escriba un libro, yo se lo compro, oiga ¡Siguiente!

    Mama Ladilla – Cosas que Joden

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  • Alquimia en la cena

    Esta es mi participación en Escribir Jugando del mes de octubre que nos propone Lidia en su blog, para mas información, aquí están las bases.

    La probeta burbujeaba verde, con sedimentos rosa que prometían un inminente éxito, estaba impaciente por acabar y eso le ocasionó un pequeño error de cálculo que desembocó en explosión. 

    Su máscara de protección, su bata, la mesa, hasta el violín, que no pudo tocar en su victorioso éxito, se habían convertido en oro de 24 quilates. 

    Emocionado y hambriento, dio un fiero bocado a la manzana que aguardaba ser cenada. Este acto le costó la ruptura de dos de sus dientes, pues la fruta también era ahora del preciado mineral.

    Feliz y mellado, el alquimista pidió cita con el dentista.

    Helloween – Dr Stein

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  • Abrázalo

    Sugerencia de escritura del día
    ¿Cuál es el objetivo personal más difícil que has conseguido por ti mismo?

    Suspendido en un tanque de aislamiento, entre la viscosa mezcla de fluidos para la conservación corporal, flotaba en estado insomne. En sedación programada, almacenado, a espera del veredicto.

     – Bien, empecemos, ¿dónde está el psiconauta?  

     – Preparado, Ilustrísimo Señor, titulado 1473/46ESP.

     – Recién licenciado ¿verdad?

    – Así es Señor.

    – Bien, suerte en su primera inmersión. active el sincrónico mental.

     – A sus órdenes.

    El recipiente se iluminó a la vez que el psiconauta 1473 conectó su casco a la red de la sala. Un zumbido hizo vibrar el suelo, las pantallas empezaron a emitir datos, la constante principal eran dos ondas mentales, la del acusado y la del operario mental, cada una de un color.

     – Sincronicen.

    El Psiconauta torno su mirada en blanco, respiró hondo y exclamó.

     – Sincronización completa, Ilustrísimo Señor.

     – Cuando esté preparado comience el descenso.

    En el monitor se habían superpuesto los gráficos de las dos ondas mentales, el navegante mental consiguió cerrar sus ojos, que no dejaban de moverse, como en un mal sueño. 

    – Estoy dentro, Señor. Es horrible, hay sangre por las paredes y por el suelo, está lleno de huellas ensangrentadas, las paredes son estrechas, me estoy manchando… 

     – Bien 1473 ahora siga mis instrucciones y todo irá bien, no se asuste. Búsquelo y cuénteme lo que está pasando.

     – Es un pasillo enorme, las huellas me llevan hasta el final del pasillo, estoy siguiendo su dirección, el sujeto está al final y está arrastrando el cuerpo sin vida de una mujer.

     – Bien, persígalo.

     – Entra por una puerta.

     – Bien, de prisa, entre.

     – La puerta me lleva a una escalera descendente, hace frío, las paredes son blancas y están llenas de sangre.

     – ¿Lo ve?

     – No

     – No deje de bajar, avance.

     – La escalera da hacia la entrada de un parque, está iluminado por farolas antiguas, algunas funcionan de manera intermitente. Hay un rastro de sangre que… Por ahí lo veo, sigue arrastrando el cadáver…

     – Bien, tiene que seguirlo, descríbamelo todo.

     – Estoy entrando en el parque, voy a unos cincuenta metros del sujeto, él contempla los árboles, está despistado, absorto en el paisaje.

     – Está usted dentro de los sueños del sujeto, en parte está reviviendo recuerdos, no lo pierdas de vista, pero no le llame la atención, necesitamos saber qué ocurre.

     – Tuerce a la izquierda, cambiando de sendero, entra en una caseta, como las que usan los jardineros para guardar sus herramientas.

     – Entre usted también.

     – Es muy pequeña, me va a ver.

     – Entre, no le va a pasar nada.

     – Dentro es como una casa, una de estas de madera antigua, el sujeto sube unas escaleras que lleva a un piso superior. El cadáver está cambiando, parece más grande. O no sé si es el más pequeño.

     – Eso es, 1473, explíquemelo todo, ¿lo ve ahora?

     – Ha entrado en una de las habitaciones, voy a entrar.

     – Sí, no le pierda la pista.

     – Tras la habitación hay una playa, he salido en una caseta, de las que se usaban para cambiarse, está desierta, y llueve ligeramente, él es más pequeño y el cadáver… está vivo, se está arrastrando, es mucho más grande y ya no es arrastrado, le está siguiendo. Entran en lo que parece una tienda de campaña, de las que venden en los grandes almacenes, en la sección de artículos de camping.

     – Entre, no lo deje atrás.

     – Estoy saliendo de una carpa, como la de un circo, es un parque de atracciones, o más bien una feria de pueblo, con su noria y su tío vivo. Hay poca gente, el sujeto ahora es un niño, y el que antes estaba muerto ahora lo lleva de la mano. Entran en la atracción de los espejos.

     – Perfecto, no deje de describirlo todo, es muy importante.

     – Está todo oscuro, pero los veo, aparecen en un haz de luz, el que estaba muerto le grita, le chilla muy fuerte, le dice que parece imbécil, que si no sabe comportarse, le está pegando, muy fuerte. No sé qué hacer. 

     – Acérquese, y cuénteme lo que pasa.

     – El hombre se acaba de largar, se ha escuchado un portazo, pero el niño ha quedado aquí, llorando y sangrando por la nariz, me está mirando.

     – Ahora abrace al niño.

     – Pero sigue siendo el sujeto, es un asesino.

     – ¡No! En este estado de su mente es un un niño indefenso, ya sufrirá su castigo cuando lo reanimemos. Usted abrace al niño.

    Korn – Insane

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