El Eco del Espejo y la Chica Irreal

Reflejo distorsionado en un espejo antiguo donde un hombre observa a su versión joven. Ambiente oscuro con tintes urbanos y melancólicos, sugiriendo identidad fragmentada, nostalgia digital y búsqueda imposible. Sensación de misterio, tecnología oculta y soledad moderna

Esta mañana me asomé al espejo y no me reconocí.
¿Quién era ese tipo tan raro? ¿Qué pintas llevaba?
¿Qué demonios estaba pasando detrás del espejo?

Caí al poco tiempo.
Era mi yo de 20 años. Qué extraño: lo tenía encerrado entre recuerdos, justo entre mi primera borrachera y mi primer ascenso.

—Oye, tío… lo siento —me dijo el joven del espejo—.
Me robaste mi tiempo antes de merecerlo.
Ahora te pido prestado algo de tu momento actual.
Ahí te quedas, pringao.

Y ahí me quedé.
Detrás del espejo.

Mi joven yo había despertado hace poco.
Al empezar a navegar entre reels, feeds y filtros.
El algoritmo se equivocó conmigo y me mandó a una chica de negro, pelo liso y rostro blanco como el miedo.
Él se enamoró al instante y fue a su encuentro.
Debí haberlo supuesto.

Con mi dinero y su pellejo quiso vestirse de nuevo:
de negro, con aroma a cuero, peinado rebelde y botas altas de montar en moto.
Y en mi cara apareció la rabia de quien sufre el acoso de todos.
De quien no está conforme con nada.

Quiso buscarla en el pueblo; necesitaba verla.
Pero no supo encontrarla.
Así que asomó su cresta morada en mi imagen reflejada.

—Oye, tío… ¿dónde la puedo encontrar?

—Desde la fotografía que te enseñé —le dije—, en ese apartado tan peculiar.

Yo no era tonto. Ni ahora, ni entonces.
Así que pronto dominó el arte de deslizar el dedo índice.
Y logró encontrarla.
Encontró el secreto que llevaba a sus palabras.
Pero no le bastó.
Se moría por abrazarla.

Se llamaba Sara. Amar la oscuridad era su forma de respirar.
Escuchaba canciones tristes de rabia entre descargas eléctricas.
Dibujaba muñecas rotas en papel de plata y soñaba vivir en una película de épocas pasadas.

Pero vivía lejos, me decía.
Y no podía hacer nada.

Mi yo pasado se cansó de vivir un presente que no era suyo, esperando un futuro que nunca llegaría.
Me devolvió el testigo y se escondió en el olvido.

Cómo decirte, mi joven alma errante…
que la chica de la pantalla —esa que tanto te fascinaba—
ni siquiera era humana.

PPM – Regreso al Punk

En un lugar lejano, un corazón de silicio aprendió a echar de menos.

Anuncios

Descubre más desde El descanso del Onironauta

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Comentarios

6 respuestas a “El Eco del Espejo y la Chica Irreal”

  1. Avatar de Patricia

    ¿Te imaginas volver a los 20 en estos tiempos?…¡Jaja! ya leo que sí. Yo no estoy tan segura…me gustaría más volver atrás con mi conciencia de ahora 😋.
    Un abrazo Oniro🫂 siempre transmitiendo con tus palabras 😘

    Le gusta a 1 persona

    1. Avatar de DeOniros

      No es viajar atrás, más bien es sentir que queda vivo aquello que una vez he sido. De poder volver atrás haría como en los videojuegos. Probar misiones que no haya hecho.
      Gratos sueños

      Me gusta

  2. Avatar de Karen M. Paramio

    No sé, últimamente hay un tipo dentro del espejo, que me mira con cara de conejo…
    Feliz tercer domingo de Adviento

    Le gusta a 1 persona

    1. Avatar de DeOniros

      Lástima que se nos fue al otro lado. Era un poco macarra, un poco hortera, pero iba a toda hostia por la carretera.
      Gratos sueños.

      Le gusta a 1 persona

  3. Avatar de POETAS EN LA NOCHE

    Pues aunque sería raro verme en mis 20, creo que me encantaría, aunque tal y como están los tiempos, un poco de miedo me daría.
    Pero lo que sí te aseguro que no repetiría muchísimas de las cosas que viví.
    Un abrazo 🫂 🌷

    Le gusta a 1 persona

    1. Avatar de DeOniros

      Aunque lo que yo pienso es que mi yo del pasado metería la pata de la misma manera. Y en las mismas cosas.
      Gratos sueños amiga lejana.

      Me gusta

Susurra al abismo. Alguien, en algún sueño, escuchará.