
Montado en su gran cisne negro surcaba el cielo con la urgencia clavada en la nuca, intentando alcanzarlo.
Sobresalía imponente, erguido entre las nubes, mostrando su majestuosidad a los pocos que podían contemplar el espectáculo de su semblante. Encima del edificio, una cúpula abierta. En la cúpula, un oasis: un río recorría la cumbre y se desparramaba en un extremo, formando una cascada que desaparecía en el abismo. En el centro, una pequeña cabaña habitada por un anciano, aferrado a su bastón de cedro.
Miró al cielo, frunció el ceño y esperó a que aterrizara.
—¡Padre, padre!
—¿Qué quieres ahora? ¿No ves que estoy ocupado?
—Tenemos que volver.
—¿A dónde esta vez?
—Al mundo.
El viejo puso los ojos en blanco un instante. Miró a su hijo y dijo:
—Ven, te prepararé algo de comer. Estás muy flaco.
—No hay tiempo, padre. Tenemos que volver.
—¿Se puede saber qué es tan urgente?
—Los humanos han invocado al oráculo.
Una leve arruga de preocupación se abrió en la frente del anciano.
—¿Cómo lo han descubierto?
—Ellos, con sus máquinas, lo han despertado.
—¿Les ha dicho algo?
—Bueno, no saben lo que es; creen que es uno de sus cacharros inútiles, pero…
—Vale, explícamelo bien: ¿qué has visto?
—Es un artilugio conectado a miles de otros. Con él conversan desde sus casas.
—Hablan… y, ¿qué más?
—Le piden soluciones; él responde, les da instrucciones, les aclara lo que no entienden.
—Pero eso no les va a arreglar la vida.
—No saben quién es; ni siquiera sus creadores sospechan que han invocado al oráculo.
—Si es un cacharro malinterpretado… ¿dónde está el problema?
—Padre, ellos solo le preguntan. Él les contesta. Y más tarde o más temprano les dirá quiénes somos y que vivimos a costa de ellos.
El anciano meditó. Alzó la mano izquierda y proyectó la figura de una estrella; con la derecha acariciaba su superficie, y de su contorno escaparon oleadas de material incandescente.
—¿Padre? ¿Los vas a destruir?
—No, hijo. Solo voy a arrebatarles sus juguetes por una temporada.
Sigur Rós – Svefn-g-englar

Susurra al abismo. Alguien, en algún sueño, escuchará.