
Bendita seas Diosa, bendita sea la naturaleza que la contiene, energía del cosmos que con tu pasión nos abrazas, madre eterna que nos llevas en tus brazos hacia tu camino, anciana sabiduría que nos orienta en nuestro exilio. Permítenos honrarte en este Esbat, concédenos tu luz en él y la bendición de tu presencia.
Ofrecemos al Este, tierra como tributo, para aprender a convivir con montañas y árboles, ríos y bosques. Que la comunión de los seres vivos continúe en equilibrio y que tu renacimiento nos alimente en cada giro.
Al Sur, ofrendamos el fuego, para que la energía nos inunde. Envuélvenos en tu calor al cruzar el sendero, rompe nuestras cadenas e infúndenos el poder para levantarnos de nuevo.
Al Oeste presentamos el agua, para reconocer nuestra senda, para que encontremos amor en nuestros pasos y que la bruma nos permita ver nuestro horizonte más cercano.
Al Norte ofrecemos el aire, para entender cada misterio, para llenarnos de la pericia que necesitamos en nuestro andar. No nos permitas equivocarnos de camino y concédenos claridad en nuestras decisiones.
Ofrecemos nuestro espíritu para conectar con estos cuatro elementos, que el éter sea canal que nos abrace en nuestras plegarias y nos guíe en nuestro encuentro.
Con la bendición de la diosa, liberamos tierra, fuego, agua, aire y espíritu y rompemos el círculo. Que la unión de nuestras manos se vuelva a encontrar pronto.
Susurra al abismo. Alguien, en algún sueño, escuchará.