
Si alguna vez en tus sueños entro, crearé aliento de brumas de risa, raíces de felicidad en barbecho y cálida seguridad para fortalecer tus alas y que se abran al viento.
Que así cruces el firmamento, enlazando besos de espero en la cama, tachando el tiempo, esperando tu llamada, con un libro abierto entre ligeras sábanas saladas.
Sabrán a días de calma, a inocencia prestada, a las historias de duendes y de lobos mansos que yo te contaba. Volverás a casa llena de aventuras nuevas y tendrás a quien relatarlas.
Sólstafir – Fjara
Susurra al abismo. Alguien, en algún sueño, escuchará.