
– ¿Estás seguro?
– ¡Que sí!
– Pero es que queda raro.
– Vamos a ver, todos tienen coche, así que he buscado uno que no llame la atención.
– Sí, pero…
– Es uno de los favoritos del lugar, líder en ventas por muchos años consecutivos, ¿no?
– Sí, es así, pero…
– ¿Ostentoso? ¡No! ¿Verdad?
– No, eso no.
– Pues he conseguido uno sin llamar la atención y lo estoy reformando.
– Eso es una de las cosas que me preocupa.
– A ver… Tiene una carrocería, un volante y ruedas, ¿no? Lo tengo que adaptar a nuestros medios, por diferencias tecnológicas.
– Sí, eso lo comprendo.
– Es un 127. De color beige, con antena, suena música de la época y lleva cinturones de seguridad delanteros.
– Sí, todo eso está muy bien.
– Entonces, ¿Qué es lo que te preocupa Smerk?
– Pase que haya ciertas luces y pantallas holográficas en el interior, que la antena del techo sea una resistencia ovalada de diodos de tungsteno. Pero que el vehículo circule flotando a cinco centímetros sobre el suelo y que las ruedas que lleva son de cartón pintado es algo que nos delata un poco.
– Tu siempre tan exquisito, así no vamos a poder invadir nada.
El Milagro de P. Tinto – Tengo un OVNI formidable
Susurra al abismo. Alguien, en algún sueño, escuchará.