
Epíteto de mí, de sombras en la brisa, de mi dulce fantasía azul, salado mar, de suave caricia rompiendo olas al azar. Reino dividido en as de espadas, lluvias de primavera, calor en otoño, vereda en la calma de un nido quebrado, del no somos nadie y salgo despacio. Caminando contemplo la danza y no me detengo. Tan solo en un sortilegio de lágrimas, de ramas con tinta, que se esparce en palabras y rayan cuadernos. Es lo que yo pretendo, caminar prendiendo el texto, invocando la reminiscencia del tiempo, campanas rasgadas en dulce gemido, restos del olvido en el alborozo evocado de manchas sin sentido en la pintura del techo.
Suspiro y sonrió
Sonata Artica – Dont Say a Word
Susurra al abismo. Alguien, en algún sueño, escuchará.