
A veces me canso de ser yo, y quiero ser tú. O él, o ella quizás.
Crear misterios con susurros, dejar sin niños el país de jamás.
Alzar el perfume de mi pelo, como las divas de mis cuentos,
Invocar multitudes, atraer deseos sin trascender en sortilegios.
A veces no me conformo con aquello que se conoce,
quiero ser libre al viento, saltar y encumbrar el vuelo,
ser diminuto, una partícula, un átomo, un protón, un fragmento,
sostenerme erguido a la luz y que el viento me desbroce.
Quiero ser agua, corriente marina, torrente espumoso,
el aire en calma con gotas de lluvia que avecina tormenta,
ser fuego elemental, encender la llama y que todo arda,
y cuando no quede nada, colapsar en mí, pesado y oscuro,
eterno,
efímero,
aberrante,
incierto.
Volver a ser tan yo, después, allá cuando me despierto.
Susurra al abismo. Alguien, en algún sueño, escuchará.