
– Abuelo, ya han comenzado las obras, tu proyecto, sales en todos los medios.
– Ya tardaban en empezarlo. Menos mal que se dieron cuenta de que es la mejor solución.
– ¿Qué va a solucionar, abuelo?
– A ver, Nalha, nuestro planeta se muere, lo hemos estado contaminando lentamente y ahora agoniza. No lo verás tú, ni tus hijos, pero llegará el momento que no podamos vivir aquí, así que tenemos que fabricar un sitio donde poder estar cuando todo colapse.
– Yo creía que la estructura solo nos conseguía energía.
– Energía y cobijo. Si queremos vivir fuera vamos a necesitar una cantidad colosal de energía. El Anillo nos dará ese combustible usando nuestro sol para abastecernos, por eso se construye alrededor de él. Además, nos dejará suficiente superficie como para que se pueda habitar.
– ¿De dónde sacaremos el material que necesitamos?
– ¿A qué en el colegio estudiante hay un cinturón enorme de asteroides cerca de nosotros? Pues allí vamos a trabajar, sacaremos el material necesario y usaremos los más grandes como base, uniéndolos y haciéndolos girar a la misma velocidad.
– Pero tardaremos mucho tiempo en hacer eso.
– Mucho, con nuestra tecnología actual, varios siglos, puede que milenios. Pero verás cómo reducimos tiempo según evolucionemos nuestra técnica. Está claro que yo no l1o veré terminado, pero será mi legado.

En un lugar lejano y muy distante.
– Señor ministro, queda confirmado, lo hemos detectado.
– Así que es cierto.
– Si, se ha contrastado, es una estructura artificial de una magnitud enorme, estamos ante una Esfera de Dyson.
– Habrá que seguirlos muy de cerca, envía una sonda.
Susurra al abismo. Alguien, en algún sueño, escuchará.