
Morfeo me mostró, que esta noche, en la oscuridad, tu respiración cambió su tempo. Luna llena evocando mareas en juego de manos. Melodía cadente, acompasada con el universo, divina inspiración que me arrebato del letargo. Me presté como artesano extraviado en tus labios una musa alada en metamorfosis de caricias, navegando en ríos de lava de impetuoso sendero. Cerraste los ojos con fuerza, clamando clemencia al cielo, pidiéndome que estemos más cerca. Deslizado por tus curvas en delirio, me adentré en tu deseo. Deseo ardiente de morir entre tus brazos.
Suave brisa sabor de la mar cuando está en calma. Erató guía mi vigilia mientras te desvaneces en el sueño.
Susurra al abismo. Alguien, en algún sueño, escuchará.